Piltrafillas, lo que ocurre con las películas que uno va dejando de lado para un día en el que no le queden otras es que tarde o temprano llega ese día. Y este fin de semana resulta que me he quedado sin opciones a la hora de ver una cinta para comentaros por lo que he tenido que echar mano de Blackwood. Dirigida por el español Rodrigo Cortés y protagonizada por Uma Thurman junto a jovencitas como AnnaSophia Robb, Taylor Russell o Isabelle Fuhrman, lo que nos cuenta es la historia de Kit y cuatro adolescentes problemáticas más, llevadas a un internado en la campiña dirigido por una enigmática mujer que se hace llamar Madame Duret, en el que no tardan en manifestar extrañas habilidades que desconocían poseer en el ámbito de las matemáticas, la música o la literatura. Poco a poco, las chicas comienzan a sufrir visiones y la frontera entre realidad y sueños se hará cada vez más confusa llevándolas a descubrir las razones que se ocultan tras la vida entre los muros de Blackwood.
En efecto amigos, Blackwood es la típica película de chicas adolescentes y elementos sobrenaturales y en ese aspecto tengo demasiado idealizada a Jóvenes brujas (The craft) para considerar apetecible cualquier otra. Admito pues que se trata de un problema personal. Así que le he preguntado a mi hija –más cercana a la edad de las protagonistas que yo, obviamente– si había visto la cinta y qué le había parecido. Su respuesta tendría que haberme hecho cambiar de idea. Es basura, me ha dicho. Pero ya os he contado que no tenía otra para ver, por lo que he decidido caminar por el lado salvaje de la vida, servirme un copazo de ron colombiano y afrontar la visión de esta Down in a dark hall, que es el título original de la cinta y de la novela en la que se basa. Y la verdad es que la película no es tan mala como me había dicho mi hija, pero tampoco es para tirar cohetes. No pasa de ser una peliculilla entretenida de fenómenos paranormales low cost con interpretaciones muy justitas. Pese a todo, el resultado es decente y moderadamente entretenido. Para un momento de apuro y luego olvidar.
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