domingo, 21 de octubre de 2018

Miss Leslie's dolls (1973)


Piltrafillas, mi reseña de esta semana es para Miss Leslie’s dolls, una película infame que me tiene desconcertado. Con guión de Ralph Remy Jr. y Joseph Prieto, el primero es también productor y autor de la música mientras que Prieto ejerce como director. Y si digo que me tiene desconcertado es porque, aun siendo una cinta norteamericana, el verdadero nombre del realizador es José Manuel González Prieto y aparecen como productores ejecutivos unos tales Carlos López y J.A. Pina Jr. Ignoro si estamos ante una película con participación española o acaso mexicana –si alguien me puede arrojar luz sobre el tema, será bienvenida– pero la verdad es que pocas veces me ha costado tanto encontrar datos sobre una cinta. La clave quizás la tenga el protagonista, Salvador Ugarte, quien pese a haber nacido en Cuba, se exilió en México antes de establecerse en los Estados Unidos. A quien sí he identificado es al director de fotografía, un tal Gregory Sandor que ya participó en House of bare mountain, una nudie de principios de los 60 que ya os recomendé aquí. Total, que estamos ante una película de bajo presupuesto –al menos a tenor del resultado– que resulta entrañable de lo cutre que es. 


Protagonizada por el mencionado Salvador Ugarte, Terri Juston, Marcelle Bichette, Kitty Lewis y Charles Pitts, Miss Leslie’s dolls se inicia con una mujer gritando y –sin una aparente correlación– una figura encapuchada que parece que está exhumando el cadáver de una joven en un cementerio cuyas cruces parecen de cartulina bajo una tormenta en la que los relámpagos son pinturas. Entonces vemos como un automóvil sufre una avería justo al lado del cementerio y sus ocupantes buscan refugio en una casa contigua en la que vive una tal Leslie Lamont –en realidad se trata de Ugarte, aunque ha sido doblado por una voz femenina con evidentes errores de sincronización labial– junto a su gato Tom. Mientras recibe a sus inesperados huéspedes –la profesora Alma Frost y sus alumnos Martha, Roy y Lily, nos enteramos de que Leslie vivió hace años en Boston, donde su madre tenía una pequeña fábrica de muñecas. La obsesión por estas la ha llevado a tener ahora en su hogar varias de tamaño natural increíblemente reales. Esa noche, Alma quiere montárselo con Lily, aunque esta persigue a Roy sin éxito ya que el joven y Martha son pareja actualmente. Pero es precisamente Martha la que ha turbado a Miss Leslie, que cree estar ante la reencarnación de su mejor amiga, una antigua empleada de su madre en la fábrica de muñecas, que falleció veinte años atrás. Así que la trastornada mujer idea un plan que no acabará bien para los universitarios. En fin, amiguitos, una cinta que no destaca por el resultado final aunque consigue transmitir un ambiente perturbador e inquietante y tiene algunas escenas con una fotografía acertada. En conjunto, es una pequeña película entretenida y extrañamente atractiva.

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