domingo, 17 de junio de 2018

Lulu (2005)


Mi primera reseña de hoy va para una cinta neerlandesa titulada Lulu. Lo cierto es que quizás tenía que haber reparado en una cosa que a priori no significa nada –Lulu también fue el título de una infumable colaboración musical entre Lou Reed y Metallica– pero que ha resultado ser premonitoria a la hora de afrontar la visión de la película. Dirigida y escrita al alimón por Victor Nieuwenhuijs y Maartje Seyferth, en Lulu se nos muestra como un tipo llamado Leon invita a amigos y amigas e incluso a su hijo y hermano a una cena en su mansión. Mientras los invitados van llegado, Leon tarda en aparecer. Luego les ofrece una cena con música, pero no tarda en llevarse las bandejas de marisco antes de que cualquiera coma. Leon desaparece y los invitados –qué remedio– beben copa tras copa mientras vemos como él se droga en su despacho. Leon no tiene ilusión alguna en estar junto a sus familiares y amigos. Entonces ¿a qué viene todo eso?. 


Nieuwenhuijs y Seyferth nos van dando pistas mediante flashbacks en los que se nos presenta a la tal Lulu del título y se nos muestra la enfermiza relación que mantiene con Leon y con el resto de los invitados. Así, poco a poco, nos vamos enterando de una historia de obsesión y celos. Protagonizada por Titus Muizelaar, Vlatka Simac –Leon y Lulu–, Maiko Kemper o Georgina Verbaan entre otros, Lulu tiene una interesante banda sonora y una fotografía cuidada, pero es rara de cojones y un poco lenta en bastantes momentos. Además, excepto algunas escenas, la práctica totalidad de la acción ocurre en un par de estancias por lo que se trata de una de esas películas con apariencia de ser una obra de teatro pasada del escenario a la gran pantalla. Y en esos casos, o el argumento y la interpretación te atrapa –que no ha sido el caso– o el resultado parece pobre. Por si fuera poco, el final está cantado desde el principio así que tampoco hay lugar para la sorpresa. En resumen, una pequeña decepción.

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