Después de La llegada, Sicario y Prisioneros –las tres reseñadas en este blog–, Dennis Villeneuve regresa con el que sin duda ha sido el proyecto más importante de su vida: Blade runner 2049, la secuela de la mítica Blade runner de Ridley Scott. Debo deciros que he tardado en verla por miedo a que me decepcionase, pero después de disfrutar embelesado las casi tres horas de su metraje os diré que ha valido la pena. Quizás no tenga la atmósfera de la original ni alcance con el tiempo el estatus icónico de aquella, pero es una gran película. Protagonizada por Ryan Gosling, Harrison Ford y la cubana Ana de Armas –qué lejos queda ahora El internado– entre otros intérpretes, la historia tiene lugar treinta años después de los hechos relatados en la cinta clásica y nos cuenta como el blade runner K descubre en su última misión de retiro de ejemplares nexus 8 el cadáver de una replicante embarazada, algo que desafía la lógica y que puede cambiar el orden social establecido. Así, K –un replicante a su vez– deberá buscar al niño que nació de aquel cuerpo y eliminarlo. La investigación le llevará a un importante secreto que le conducirá hasta Rick Deckard, un blade runner de la época anterior al gran apagón, al que hace décadas se le ha perdido la pista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario