Mi segunda reseña es una recomendación sin paliativos, amiguitos. Y es que, pese a no ser una obra de arte, la cinta de la que os voy a hablar tiene a priori varios puntos a favor. Pertenece al subgénero de la bikesploitation, se estrenó en el glorioso 1967 –ya sabéis a qué me refiero– y supuso un hito de la cinematografía norteamericana de los primeros 70. Porque antes que Rambo, antes que Casey Ryback, antes incluso que Scott McCoy, estuvo Billy Jack –un exboina verde veterano del Vietnam, con conocimientos de artes marciales y medio Navajo–, que en esta The born losers hizo su primera aparición de un total de cuatro películas que se llevaron a la gran pantalla. Y al parecer, se rodó incluso una quinta, que nunca se estrenó. Así pues, protagonizada por Tom Laughlin como Billy Jack, dirigida por él mismo como T.C. Frank y producida también por él con el pseudónimo de Don Henderson junto a su esposa Delores Taylor, The born losers nos cuenta cómo una banda de motoristas se dedica a intimidar a los habitantes de una población californiana con la complicidad de aquellos que no quieren tener problemas con ellos y toleran sus desmanes y muestras de violencia. Sólo se enfrentan a ellos el sheriff y Billy, que rápidamente se convierte en el blanco de sus ataques y burlas. La escalada de terror alcanza su punto álgido cuando miembros de la banda violan a cuatro jóvenes del pueblo y sólo una de ellas –Elizabeth James en el papel de Vicky Barrington, autora también del guión– acepta declarar contra sus violadores. Acosada por la banda, pedirá ayuda al valiente Billy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario