Amiguitos, a la hora de decidirme por ver Noche de venganza repaso algunas críticas y constato que la mayoría ponen a esta película muy mal. Si a eso le sumamos que es un remake, la pregunta es obvia. ¿Era necesario rodarla? Y lo más importante, ¿es necesario que la vea? Sin embargo, rarito que es uno, he optado por sentarme ante la pantalla con una copa de ron colombiano y darle al play. Dirigida por el realizador suizo Baran bo Odar y basada en la cinta francesa Nuit blanche (Frederic Jardin, 2011), lo que esta Sleepless –su título original– nos cuenta es como Vincent Down, un policía de Las Vegas, participa junto a su compañero en el robo de un alijo de droga que pertenece al dueño de un casino que trabaja para un violento y poderoso traficante. Cuando el primero se entera, secuestra al hijo de Down con el fin de que le devuelvan la droga antes de que el segundo se enfade con él por haber perdido su mercancía. Así pues, Down tendrá que rescatar a su hijo y devolver una droga que ya no tiene mientras evita la investigación de Asuntos Internos, en particular de la agente Bryant, que le tiene en su punto de mira.
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