Vuelvo a mis quehaceres blogueros con un pequeño repaso a lo que fue la decoración de algunas calles –las que encontré más interesantes– en las pasadas fiestas del barrio barcelonés de Gràcia, que este 2017 celebraban sus 200 años de historia.
Utilizando cartón, tela y materiales reciclados, las calles del barrio compiten entre ellas por la mejor ornamentación. Conciertos, baile, gastronomía popular, castellers y correfocs complementan los actos de esta interesante tradición graciense.
En esta ocasión me gustaron mucho la calle Mozart, totalmente dedicada al rock duro, sus iconos y sus mitos, la calle Llibertat y su infierno o el Marshmallow man de la calle Puigmartí.
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