Y sin alejarnos del terror psicológico, aunque aquí mucho más elaborado y a años luz en cuanto a la calidad del producto final de la cinta de la que antes os he hablado, os presento a la muy recomendable –que no perfecta– La cura del bienestar. Dirigida y coproducida por el desmesurado Gore Verbinski, basada en una historia de la que también es coautor, la película nos cuenta como Lockhart, un joven broker de Wall Street, es enviado por su empresa a un balneario de los Alpes suizos para llevar de vuelta a Nueva York a uno de los directivos de la compañía que se ha internado allí para curarse de la avaricia desmesurada y la falta de valores. Pero cuando Lockhart entabla contacto con el dueño de tan idílico centro de salud, un enigmático Heinrich Volmer que pone trabas a que el joven hable con el paciente que ha venido a buscar, pronto sospechará que tras la encantadora fachada del balneario se esconde algo muy oscuro relacionado con un turbio pasado. Todo se complicará cuando Lockhart se vea obligado a permanecer en la institución como paciente y vaya perdiendo la razón conforme descubra sus secretos con la única ayuda de una misteriosa joven llamada Hannah.
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