viernes, 21 de abril de 2017

Viaje a Japón, día 2: Asakusa, Ueno y Akihabara

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 En los jardines, los japoneses, en lugar de enanitos tienen a Ultraman.

 
 
Skytree se atisba entre las nubes.

El objetivo esta mañana ha sido Asakusa y su templo Senso-ji. Desgraciadamente, mi intención de llegar al templo dando un agradable paseo por Nakamise-dori se ha ido al garete al estar toda la mañana diluviando y convirtiendo la zona en un mar de paraguas que tampoco han evitado que el viento nos calara pies y piernas. Aún así, el templo dedicado a Kannon es impresionante. Y pese a que no he podido tener una vista clara de Skytree –la construcción más alta de Japón con sus más de 600 metros de altura–, otro de los objetivos no cumplidos de la mañana, he degustado unos cuantos tako-yaki calentitos. 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Cuando hemos puesto rumbo hacia Ueno a pie ha dejado de llover, y las nubes nos han dado un respiro... hasta que hemos llegado al parque y cuando estábamos dirigiéndonos al estanque Shinobazuno desde el Kiyomizu Kannon-do ha vuelto a diluviar. Por suerte, un rato después ha vuelto a parar de llover y hemos podido dirigirnos paseando hasta Tôkyô Dome City y el parque de atracciones que rodea el imponente estadio, sede de los Yomiuru Giants de beísbol y de grandes eventos musicales. 

 
 
 
 
 

Ha sido el caso de hoy, fecha de la celebración de un concierto de los Arc-en-ciel para celebrar sus 20 años de carrera. Diversas generaciones de fans y mezcla de estéticas se han dado cita en esta tarde en la que mi hija se ha quedado prendada de la impresionante montaña rusa del recinto. 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Tras regresar a Ikebukuro para hacer un pequeño descanso, hemos ido a Akihabara para ver el barrio por la noche en todo su apogeo lumínico. Si antiguamente el barrio era conocido tradicionalmente como el de la electrónica, aunque en la actualidad sigue siendo cierto, el anime y el universo de los videojuegos han tomado el protagonismo. Yo no estoy demasiado metido en ese tema, pero para los fans del mundillo, Akihabara es una especie de paraíso. Claro que quien piense que ahí puede encontrar material barato está muy equivocado. Ultraman a 160 eur y diversos Mazinger entre 50 y 60 euros no son precisamente gangas. La oferta de la zona se complementa con bares de maids –cafeterías servidas por chicas vestidas de criada– y locales de vídeos eróticos.


Día 1 
Día 3 

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