Metallica - Hardwired...to self-destruct (2016)

Pues bueno, ya lo tenemos aquí. En realidad se edita oficialmente el día 18, pero en esas páginas que todos visitamos con ansia –no, no, serán los demás, yo no– ya podemos encontrar calentito el esperado Hardwired de Metallica. Y debo ser sincero con vosotros, huír del sarcasmo y ese afán iconoclasta al que –yo el primero– somos tan dados para deciros que me ha gustado bastante. Olvidaos de que hace más de treinta años –¡treinta años!, quizás que lo superemos ya– esta banda grabó cosas como el Ride the lightning o el Master of puppets, olvidaos del Black album, olvidaos de que a principios de los 90 la gira con Guns n’ Roses los convirtió en dioses del metal a nivel global, olvidaos de sus miserias y también de truños como St. Anger o Lulu –joder, me ha venido una arcada– y afrontad la escucha de un álbum de buen metal que, si fuese de una banda desconocida, estaríamos todos encumbrando como la joya del año. También es verdad que apenas hace unos minutos que le he dedicado la primera escucha, pero he preferido volcar la primera sensación que me ha producido sin contaminar por lo que a partir de ahora será una cascada de críticas hacia la última obra de unos músicos que –no nos engañemos–, pese a estar en el punto de mira de todos, siguen despertando nuestro interés. Querrá decir algo.