Comienzo mis reseñas cinematográficas del día con Bastille Day, un thriller dirigido por James Watkins que tiene un interesante inicio desde un punto de vista masculino heterosexual tirando a machista, cierto, pero que resulta una impactante manera de poner el prólogo a una película de acción. Por un lado tenemos a Michael, un carterista muy hábil que reside en París, por otro encontramos a Sean, un agente de la CIA destinado en la capital francesa tras una larga temporada en Bagdad que se encuentra –no tardaremos en ver la razón– en el punto de mira de sus jefes por culpa de sus métodos poco ortodoxos y propensos a las pérdidas humanas. Y por otro lado está Zoe, la novia de un terrorista que una noche pretende poner un muñeco bomba en las oficinas del Partido Nacionalista Francés –sosias fictício del Front Nationale– aprovechando que estarán cerradas y no se producirán bajas personales. En el último momento, la chica no cumple con su misión al ver que en el edificio se encuentran trabajando las empleadas de la limpieza. En esas, Michael se cruza con Zoe y le roba la bolsa sin saber que solo encontrará un teléfono y un osito de peluche. Cuando se da cuenta, se deshace de la bolsa dejándola en plena calle, junto a un cubo de basura. La bomba explota y hay varias víctimas por lo que el ratero Michael, a quien ha grabado una cámara de seguridad, se convierte en terrorista a los ojos de las autoridades, que piden ayuda a la CIA y a la Interpol. Pero Sean descubrirá rápidamente la verdad y –con la colaboración de Michael–, iniciará la investigación de una trama que le llevará hasta un grupo de efectivos policiales corruptos mientras en las calles se inicia una revolución. Y todo eso en la vigilia del Día de la Bastilla.
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