Amiguitos, es bien cierto que hay un nombre para todo. Os lo digo porque me he enterado de que la obsesión y la atracción sexual por el cabello se denomina Tricofilia, algo que hasta hoy me era desconocido pero que seguramente le resulta de lo más familiar a la neerlandesa Roos Van der Vliet, una talentosa artista de Dordrecht que se licenció cum laude en Bellas Artes por el ARTEZ de Arnhem. Por sus obras les conoceréis.
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