sábado, 14 de mayo de 2016

Hotfeel - The vulture's dance (2016)


Piltrafillas, es incontestable que cuando uno tiene un blog se sienta libre de opinar de cuanto desee aunque no tenga ni puta idea de lo que habla. Por supuesto, habrá quien comparta los gustos y opiniones de uno y quizás crea que le asiste la razón. Pero seguro que también habrá quien no esté para nada de acuerdo con lo que lea y piense que quién coño es uno para opinar. Por eso, cuando un artista como The Reverend te regala sus canciones y te dice que le haría ilusión que tú, un don nadie sin formación musical alguna que apenas despierta interés en las redes sociales comentes lo que te parece su (tercer) trabajo y el de sus compañeros de banda, a poco humilde que se sea debe sentirse por fuerza bastante respeto. Mucho más si tenemos en cuenta que a mi lo que me va es el heavy metal ochentero y no tengo un solo disco de blues rock. Vamos, que de ZZ Top tengo solamente el Eliminator, así que no cuenta. ¿Y si no me gustan las canciones?, ¿y si le ofendo con mi ignorancia?. Pero, ¡qué coño!, los artistas tienen que estar abiertos a que cualquiera hable con pretendida autoridad de ellos y su obra, aunque no sepa distinguir un mi de un fa. Así pues reverendo, allá va. 


Con los antecedentes en estudio de la banda –mi conocimiento de ellos en directo se limita a los vídeos que cualquiera puede encontrar en YouTube–, esperaba encontrarme con una nueva muestra de blues rock pantanoso cuando un poco más y las venas de mis ojos revientan del susto. ¿What the fuck...?, ese inicio distorsionado y chirriante remite más a extreme black metal que a los riffs de cenagal a los que Hotfeel nos tienen acostumbrados. Claro que rápidamente las primeras notas distinguibles de la guitarra de The Reverend toman el control y la voz –ya familiar e inconfundible– de Panther comienza a desgranar la Vulture’s dance que da titulo al EP, una canción típicamente Hotfeel que se disfruta con comodidad. Entonces, llega la primera sorpresa, ese bajo del inicio de My bloody ladylove es genial y supone la primera piedra de una canción fantástica en la que la banda se atreve con unos coros que le van muy bien, un tema en el que Panther lleva al límite –quizás demasiado en alguna nota– su potente voz. Y el trabajo de The Reverend es espléndido, como en el siguiente corte, la soberbia Southern soul con ese comienzo de guitarra con reverb arropando a una Panther menos forzada. Estupenda. Con ella, la banda ha creado una de esas canciones que –si no fuese por la familia– invitan a enviar la oficina a la mierda, gastarse los ahorros en un billete de avión y recorrer la route 66 en un desvencijado ElDorado del 74. Lo de la armónica ya es la guinda. Mi preferida de Hotfeel desde ya. La caña regresa con Shoot that bullet, con ese ritmillo redneck que bien podría ser tocado únicamente con banjo, contrabajo y patadas a la tarima. Y si el inicio estridente del EP me ha resultado insólito, la batería machacona que da comienzo a Blonde & Wild también me ha pillado por sorpresa. En esta canción encontramos rapidez en la percusión, la voz habitual de Panther y un sonido grueso de guitarra que en el solo adquiere algo de ligereza y me ha recordado a los Motörhead de Stone Deaf in the USA. Battlefield te atrapa desde el principio y es otra muestra de que cuando la potente voz de Panther se acompaña de unos bonitos coros que la vistan, se le hace mucho bien a los temas de la banda. El solo del reverendo está muy logrado y la canción es mi segunda preferida del EP junto con la comentada Southern soul, aunque dependiendo del momento, seguramente tanto monta, monta tanto. Por cierto, también aquí han metido Hotfeel una armónica muy acertada. 


Por lo demás, en general Sick tiene destellos que le hacen brillar y Hellthunder cumple con lo que se espera, aunque la batería adquiere en este trabajo más protagonismo que en sus anteriores obras. Sin embargo, el estilo que Hotfeel cultivan no da para muchas florituras que no sean de guitarra y voz. En resumen, que por lo manido del término, me niego a decir que la banda ha madurado. Sin embargo, en este EP se puede decir sin duda que Hotfeel han evolucionado, no sólo en el número de temas que nos ofrecen juntos sino también en arreglos –esos coros– y experimentación, lo que les distancia de sus anteriores obras, menos variadas estilísticamente a mi entender. Eso sí, la portada se la podían haber currado un poco más. Y hasta aquí mis impresiones. Pero, ya sabéis que –como es habitual en mi– no tengo ni idea de lo que hablo, así que tampoco me hagáis mucho caso.

Como botón de muestra, la preciosa Battlefield.

3 comentarios:

  1. Muy valiente hacer una crítica de un álbum tan alejado de tus gustos como este. Hotfeel suenan de muerte, en su estilo y sin muchos destellos de originalidad, pero ciertamente has captado el espíritu de sus canciones.

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  2. Bueno, en efecto no es mi estilo preferido pero me guío por las sensaciones que me transmiten. Originales no son, es verdad, pero parecen honestos y enamorados de lo que hacen. Y si has escuchado sus anteriores EPs verás que en cuestión de arreglos han crecido bastante. Total, que si alguien con mis gustos es capaz de enamorarse de varios de sus temas, tan mal no lo habrán hecho ja ja ja ja.
    Un abrazo.

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  3. Bueno, en efecto no es mi estilo preferido pero me guío por las sensaciones que me transmiten. Originales no son, es verdad, pero parecen honestos y enamorados de lo que hacen. Y si has escuchado sus anteriores EPs verás que en cuestión de arreglos han crecido bastante. Total, que si alguien con mis gustos es capaz de enamorarse de varios de sus temas, tan mal no lo habrán hecho ja ja ja ja.
    Un abrazo.

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