Amigos, este viernes os traigo el cedé de Suicidal Tendencies que claramente se corresponde con la época de su mayor éxito comercial, con un sonido más heavy thrash y depurado que en sus inicios más hardcore y crossover, y que podríamos denominar como la era Robert Trujillo. Y es que junto a Lights... Camera... Revolution! y The art of rebellion, este Suicidal for life es el que puso fin a la que en mi humilde opinión es la Santisima Trinidad de álbumes de la banda. Grabado para Epic records/Sony en los Ocean way y los Groove masters studios por la banda y Paul Northfield, Suicidal for life supuso el último álbum de los de Venice en contar con Rocky George, su guitarrista durante diez años, y con el solvente Robert Trujillo al bajo. El line up se completaba con el incombustible Mike Muir a las voces, Mike Clark a la guitarra y el mercenario Jimmy DeGrasso en su única colaboración suicida.
La verdad es que, pese a que mi impresión sobre el álbum es más que positiva, en su día la crítica no se puso de acuerdo a la hora de calificarlo y tampoco es que fuese un éxito de ventas precisamente. Pero si confiáis en mi, hacedme caso cuando os digo que se trata de uno de los mejores discos de la época en su estilo, una mezcla inclasificable de hardcore, thrash, funk y heavy melódico.
Con portada de Michael Llewellyn, el track list fue:
Invocation
Don’t give a fuck
No fuck’n problem
Suicyco muthafucka
Fucked up right
No bullshit
What else could I do?
What you need is a friend
I wouldn’t mind
Depression and anguish
Evil
Love vs. loneliness
Benediction
Invocation es una melodía con bajo y guitarra apoyada en teclados que viste una perorata de Muir que sirve como introducción a lo que vamos a escuchar, un pedazo de disco que finaliza con Benediction, que es lo mismo pero con una despedida. Entremedias, cantidades industriales de shits, fucks y muthafuckas, además de talento. Don’t give a fuck tiene un estupendo riff, un bajo y una bateria fantásticas y un notable trabajo solista de guitarras arropando a un Muir cabreado con el mundo, más loco que nunca. Y lo mismo podemos decir de No fuck’n problem y de Suicyco muthafucka... Y DE LAS QUE SIGUEN. En definitiva, todas y cada una de las canciones del álbum invitan al headbanging y a saltar por el comedor con el reproductor de cedés a todo volumen. Y si no me creéis, poneos No bullshit. Entre las que siguen, What else could I do –de mis favoritas–, la rarita What you need's a friend o Depression and anguish, otro trallazo a tener en cuenta. Ah, y Love vs. Loneliness, EL TEMAZO del cedé con sus casi siete minutos de duración y su mezcla de calma melódica y rabia thráshica, instrumentalmente fantástico.
Lo sé, amigos, lo de la madurez creativa y esas mandangas está muy sobado, pero en efecto, si obviamos que –como os he dicho antes– tuvieron poco éxito con el lanzamiento, este disco vale su peso en oro. Quizás fuese esa mescolanza de estilos que os he comentado la que no satisfizo a los potenciales seguidores de la banda, polarizados ese año entre el Far beyond driven de Pantera y el Youthanasia de Megadeth en un mundo amenazado por los Nirvana, Pearl Jam o Soundgarden, pero creo que Suicidal for life es, además de una declaración de principios rabiosa, la obra cumbre con la que finiquitar una carrera comenzada más de diez años antes.
Total, que aquí van un par de temas para que podáis retroceder en el tiempo y disfrutar.
And remember...cool is only 3 letters away from fool!
¡Feliz fin de semana!
©King Piltrafilla
Publicado el pasado viernes en zeppelinrockon.com
Publicado el pasado viernes en zeppelinrockon.com
Como me alegro cada vez que alguien reivindica un disco de esta banda....Su Lights camara revolution es una gozada..un disco que nunca me canso de oir..Curiosamente..este disco que comentas..no lo he oido,,y no porque lo desconzoca,,simpelmente nunca me acuerdo de pincharlo..antes de aque termine la semana...me pongo con el.
ResponderEliminarUn saludo
De lo mejor del grupo. Saludos!
ResponderEliminar