Piltrafillas, llego al final de la serie dedicada a mi reciente visita a Lisboa con unas impactantes imágenes de la iglesia de Sâo Domingos, verdadero paradigma de la mala suerte y un templo en el que no me gustaría protegerme durante una tormenta eléctrica. Original del siglo XIII, fue destruida –cómo no– por el terremoto de 1755. Reconstruida posteriormente en un estilo barroco que anuló sus raíces góticas, en el verano de 1959 sufrió un incendió que la dejó casi en ruinas. En la actualidad ya se ha beneficiado de varias restauraciones, pero –ignoro si para recordar su desgracia o por falta de dinero– sigue manteniendo las huellas del paso del fuego en el ábside, los techos, paredes y columnas del templo. Muy extraño.
Completan la serie varias fotografías de mi paseo a través de Chiado en dirección al Palácio de Sâo Bento, sede de la Assembleia da República. La última imagen corresponde al Ponte Vasco da Gama desde el Airbus de TAP en el que regresamos a Barcelona, puente que conecta Montijo y Sacavém desde 1998.
En fin, amiguitos, eso es todo. Espero que os hayan gustado estas entradas –siete en total, como las colinas de Lisboa– y que a los que aún no hayáis visitado la capital lusa, a la vista de mis fotografías os hayan entrado ganas de hacerlo. Mi recomendación ya la tenéis.
Sí, no han estado mal, unas mejor que otras, pero bueno, pasables.
ResponderEliminarPues con eso ya me doy con un canto en los dientes.
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