Piltrafillas, en las reseñas dedicadas a vinilos o cedés de mi colección, os acostumbro a hablar de bandas con las que crecí, de las que leía todo lo que caía en mis manos –que para eso me compraba revistas británicas o norteamericanas además del Popu y la Heavy Rock– y de las que me enorgullecía conocer la obra y milagros de sus componentes. Sin embargo, ha llegado el momento de recomendaros el trabajo –al menos el de sus últimos tiempos– de alguien que, siendo más proximo a mi realidad, me era un completo desconocido hasta hace bien poco tiempo. Y es que las redes sociales, además de para descubrir que hay gente muy desviada y ver vídeos de gatitos, nos sirven para permitirnos conocer a personas bastante parecidas a nosotros en lo que a gustos musicales, cinematográficos o artísticos se refiere, obviando el fútbol o la política, que son aspectos en los que cuesta coincidir. Así pues, tengo el honor de que entre un innumerable grupo de personas de lo más interesante a los que llamo followers que enriquecen parte de mis momentos de asueto se encuentre el gran –en varios aspectos– Johnny B. Nasty de Gavá. No os engañaré, amiguitos, como ya os he dicho, nunca había reparado en su existencia.
Pero gracias a Twitter, la labor de autobombo salvaje del tipo en cuestión y su colaboración con el dibujante tarragonés Quim Carro, conocí al Garrulo, a Chikatilo, a los zombies adolescentes, a Tippex Gore, a er Kevin o a los Comecerebros en esa original presentación de su segundo cedé en solitario, el personalísimo e introspectivo Nastyvity in Black con el que homenajea a Ozzy, Geezer y los demás –al menos en el título– y que, gracias al artwork del mencionado Carro, es toda una joya de coleccionista. De ahí pasé a investigar sobre su pasado en Nasty Army –no había oído hablar de ellos en la vida, al menos no tengo conciencia de ello– y me encontré con un primer álbum en solitario titulado Rock Circus que llamó mi atención. Bueno, la mía y la de mitos como Sherpa, que se dignó a participar en él. Poco a poco fui descubriendo a la persona que se encuentra tras ese nombre al que supongo mezcla de Nasty Army y el tema de Chuck Berry –si no es así, me corriges Johnny–, su simpatía, su pasión por Stanley & Cia –You wanted the best, you’ve got the best!–, su generosidad y sus fotografías portando un chupa-chups gigante hinchable.
Y no me duelen prendas si os digo que no soy nada dado a pagar por archivos mp3. Lo sé, el pirateo está matando al Rock –lo dice Gene Simmons, poca broma–, pero soy un jebi de los ochenta y lo cierto es que pagar por cosas intangibles se me hace difícil, qué le vamos a hacer. Soy capaz de meter dinero en un crowdfunding para que un grupo que me gusta edite un vinilo en color, pero si no toco un formato físico no aflojo la mosca. Sin embargo, con Johnny B. Nasty lo tuve claro y me decidí –como en su día hice con el proyecto Vodevil Vargas de Ricardo Moreno, que desde aquí os recomiendo también– a soltar pasta a cambio de cedés. Y como es obligado en estos casos, os quiero comentar mis impresiones en este espacio. Eso sí, el tío no se ha dignado ni a ponerme una dedicatoria en lo que me ha enviado. Estas estrellas endiosadas es lo que tienen jejeje.
El pack se abre con Rock circus, el primer disco en solitario de Johnny B. Nasty, una grabación de 2010 en los estudios de Producciones Canallas para ZakkWiggum records producido por Johnny B. Nasty y con portada de Aaron Kuentzmann. El line up de la banda que dio forma a las canciones lo componía el mismo Johnny a la voz, coros, bajo y guitarra, Martín Madrid y Juande García a las guitarras y Jordi Ródenas a la batería, amén de la colaboración de varios músicos en diversos de los temas del álbum.
Rock circus es heavy metal hispano ochentero que comienza con una trallazo titulado Máquina infernal. Le sigue Yo quiero ser sleazy, con ese inicio que evoca Wild child de WASP y ese pedazo de letra -¿hablan de ti, Axl?- a la que siguen Frikipollas, Luna y Delincuente. Una de mis favoritas es Me atrapó el Dios del rock, que me recuerda mucho a I, del Music from the elder. Qué hago yo aquí es otra de mis preferidas –todo un highlight del cedé, con José Luis Campuzano a las voces–, aunque la melodía vocal del inicio se inspire en Tomorrow ¿no?. Y atención a esas guitarras a lo Thin Lizzy justo antes de la primera aparición de Sherpa. Fiebre del rock es otra de las que en mi humilde opinión destaca sobre el resto, así como Sexo telefónico, aunque ese inicio –será manía mía, pero me he encontrado estas influencias por todas partes– parezca estar inspirado en el de Tonight you belong to me de Paul Stanley. El final del disco es una guinda como una catedral, una estupendísima Víctimas de nuestra generación, la mejor de todo el cedé, un heavy metal simple, potente, pegadizo, a lo Accept... imprescindible!
Pero el plato fuerte es el Nastyvity in black de 2013, un álbum que llama la atención a simple vista por su envoltorio a lo portada de Tales from the crypt. Y es que el disco es una mescolanza de riffs en los que uno encuentra múltiples influencias, desde Guns’n’Roses a AC/DC pasando por Thin Lizzy o Kiss, pero sin duda –además de las canciones de Johnny– el protagonismo se lo lleva el dibujante tarraconense Quim Carro a.k.a. Quim Crimson con su artwork. Quim es un dibujante que no destaca precisamente por un trazo realista, sino todo lo contrario. Sus monigotes son simples, infantiles incluso... pero el fino humor que destilan, la inventiva que tiene a la hora de crear viñetas, la querencia por esos detalles de amante del rock que trufan sus ilustraciones –no os perdáis los vídeoclips que ha creado para los temas del álbum– convierten a sus trabajos en una delicia que te pone una sonrisa en la cara.
El line up de esta magna obra lo componían Johnny B. Nasty a la voz, coros, bajo y guitarra, Sergio González a la guitarra y The Fox a la batería con –cómo no– la colaboración de invitados diversos que van desde Star Mafia Boy a Ree Kohl pasando por Sherpa o Lon Spitfire.
Grabado y producido por Johnny B. Nasty en Nastysounds, Sona K Trona y los estudios de Producciones Canallas, el track list se inicia con Comecerebros, que además de ser un hardrock fantástico en el que la guitarra de Sergio González reina sobre el resto, versa sobre gentuza de la que todos conocemos algún caso, personas tóxicas que disfrutan amargándote y que sólo son felices contándote lo desgraciados que son, porque si tú estás mal, ellos siempre están peor. Hey, Garrulo! es otra genialidad de nuestro amigo y Chikatilo la mejor canción del álbum. Continúa la fiesta con Me he convertido en un zombie adolescente, hilarante, con esa letra, las palmas, las risotadas y ese “¡hey!”... una ida de olla total, vamos. Johnny the fucks es una instrumental que aparca el hard rock por unos minutos y nos mete de lleno en un psychobilly a lo Cramps, claro que con Cómprate una vida regresamos a la caña hard rockera eighties style. Satanizado es otro trallazo, enriquecido por la participacion del madrileño Francisco José Rodríguez a.k.a. Star Mafia Boy, aunque contenga algún verso –“secuestraré al Papa de Roma... y no es broma”– que lleva al extremo lo de buscar rimas originales. La sorpresa llega con Naked city, la particular interpretación que del temazo de Vini Poncia, Bob Kulick, Gene Simmons y Peppy Castro hace Johnny y que cuenta con la inesperada colaboración de José Luis Campuzano ¡al Hammond!. Completan “la cara B” una Ego te absorbe con bonito solo de Albert Arias e interesante letra y La última canción (que no es la última porque luego oímos al diablo repetir eso de namberseben). Por supuesto, hay que disfrutar del disco leyendo el cómic con la historia de Paul Nasty dibujada por Quim Crimson, cargada de pequeños detalles –Harryhausen, Rod Serling... – que hay que buscar como si de una portada de Derek Riggs se tratase.
Ah, y los que adquiráis esta edición y gustéis de devorar todos los textos que aparecen en los libretos ya podéis compraros en los chinos un espejito. Hasta ahí puedo leer. Vaya tocada de huevos. Eso sí, muy bueno el detalle de poner el track list de la contraportada separado en sides A y B, sobre todo tratándose de un cedé. Por cierto, lo tengo en la estantería de los singles. Cosas del tamaño.
Y de regalo, Welcome to the spanish tribute to Kiss, un cedé editado el año pasado por Tyr producktions en el que diversas formaciones –algunas con más voluntad que otra cosa– hacen covers de su banda favorita, Kiss. Se trata de un álbum producido por Raúl Girona, excepto algunos temas que producen los propios intérpretes, grabado en los Tyrproduktions studio, Micky studios, JBI studios, Strike studio o Nastysounds, que en la mayoría de casos no son más que los hogares de los músicos. Estupenda portada la que lleva el cedé, mezcla del concepto de Rock and roll over y los retratos obra de Eraldo Carugati pasados por el cedazo comic style del Psycho Circus de Angel Medina y otros. No he sabido encontrar el autor.
Aquí, mis favoritas han sido Detroit Rock City de Paco Stanley, Sure know something, Jungle –uno no esperaba encontrar algo del Carnival of souls en un cedé tributo– o Hide your heart, aunque todas son copias más o menos fieles al original. Pero las que me han sorprendido han sido I was made for loving you a cargo de Imagine en una interpretación libre del hit hecha con gran cariño y aportando una visión diferente –ese efecto Hammond, por dios– una estupenda Crazy nights cantada por una especie de sosias vocal de Sebastian Bach y por supuesto, esa Naked city a cargo de un desconocido intérprete que atiende por Johnny nosequé, el mismo que nos regala un hidden track con una versión de Radioactive en la que hace el encomiable esfuerzo de imitar la voz de Gene. Como guinda al pastel, de perlas suena una enorme Strutter tocada por los Kiss Fever Band, banda madrileña de la Kiss Army Spain autorizada por Simmons & Stanley.
En resumen, piltrafillas, dos cedés y un par de temas que suponen un compendio de la obra más reciente de un amante de la música, un obrero del rock, un fan, un tipo como la mayoría de nosotros... aunque con más talento. Entrad en su página y gastaos unos pocos leuros en algo que vale más la pena que el tabaco en el que se os va el sueldo. Eso sí es sustentar el Rock, Mr. Simmons, y no sacar al mercado discografías completas remasterizadas a 1.800 eur o libros de fotos a 1.400 eur.
Como bonus, os acompaño su cover del Naked City de KISS. Espero que no se desanime y siga explotando su talento para gloria del ROCK.
Currada entrada, colega. No merece menos ese señor Chuchú de JBN. Yo desde que los adquirí no he dejado de ponerlos. Totalmente recomendables.
ResponderEliminarYa te digo. Entre ese aire ochentero y los clips de Quim -sin olvidar cómo nos bombardea el Johnny con su música en las redes, jajajaja- no se puede hacer otra cosa que caer en su influjo. Y es que donde hay talento... acaba aflorando. Lástima que no estamos en el 86 ni en Hollywood Boulevard, porque lo petaba.
ResponderEliminarVaya tela con el colega!!!, me suena que frecuenta los "Anti-Karaoke" de César Martín?. Me ha encantado tu apasionado texto y tu admiración por, como bien dices, alguien muy cercano a nosotros en actitud y pasión por la música. Un tipo loco, loco que espero que siga ofreciéndonos 'entertainment' mucho tiempo.
ResponderEliminarMe voy a visitarlo...
Buenooooo, un día que me da por salir y no entrar a internet hasta las tantas y lo que se encuentra uno... Sin palabras me has dejado compañero, no sé ni que decir salvo que es la mejor disección que jamás nadie ha hecho sobre mi trabajo y que has acertado en casi todas las referencias sobre las que “basé” algunas canciones. Lo del autobombo, aunque suene un tanto ególatra dicho así, tampoco te lo voy a negar, es que para eso uso yo las redes sociales, si no fuese por la música no me veríais por Facebook ni Twitter ni borracho, aunque siempre les otorgaré el mérito de haberme hecho conocer a gente maravillosa como vosotros, aunque cuesta, todo hay que decirlo, para dar con una perla hay que rebuscar entre mucha basura, ya me entendéis. En fin, poco más puedo añadir, salvo que este artículo me lo llevo impreso con orgullo el día que me incineren y que estas son las cosas que cada vez que me planteo el hecho de dejarlo todo (que suele sucederme cada vez con más frecuencia), vuelven a reactivarme. Y por cierto, solo he ido una vez al Anti-Karaoke jeje... ¡Abrazos amigos! Gracias de corazón.
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarAbrumador homenaje al Nasty. Muy currada y muy bien explicado. Palabra de King.
ResponderEliminarEl amigo Johhny tiene talento del bueno...de barrio, de alcantarilla. De sabor a casqueria ochentera. Un mago del palabrerio bien entendido. Un crack para desalmados como yo.
ResponderEliminarGenial articulo sobre este pedazo de pan.
un saludo
Saludos a todos.
ResponderEliminar