Amiguitos, le tenía ganas y por fin he podido disfrutar esta Kingsman, la última de un Matthew Vaughn –realizador y coguionista– que ya me sorprendió gratamente con Kick-Ass, otra adaptación de un cómic de Mark Millar de la que ya os hablé aquí. En esta especie de homenaje al cine de James Bond más pulp –versión Moore, para que os hagáis una idea– se nos cuenta como un agente británico que forma parte de una agencia secreta con cien años de historia que fue creada por el gremio de sastres de Savile Row, propone a un joven de los bajos fondos al que le une un episodio de su pasado que no os desvelaré ahora que se convierta en un nuevo miembro de la organización. Para ello, el chico tendrá que pasar un duro entrenamiento formativo a la vez que se verá envuelto en una amenaza a nivel mundial.
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