viernes, 10 de abril de 2015

Adam Robertson


Piltrafillas, hay supuestos artistas que toda la vida se dedican a perseguir la belleza sin capacidad ninguna y seres extraordinarios que, sin proponérselo, un día descubren la gran cantidad de talento que poseen para el arte. Es el caso del joven Adam Robertson, un fotógrafo británico que estudió sistemas de información y servicios basados en entornos web cuando por casualidad –tomando instantáneas de los grupos musicales a los que seguía en sus actuaciones– descubrió su pasión por la fotografía. En la actualidad lleva ya unos años dedicándose a ello y entre sus clientes encontramos a Vogue, Tatler, Glamour, GQ, Elle o Maxim entre otras publicaciones y firmas comerciales.

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