Lady Avenger

Piltrafillas, es el momento de esparcir un poco de caspa sobre este blog. Y voy a hacerlo comentando Lady Avenger, una infumable película de acción de finales de los 80 dirigida por David DeCoteau, un realizador con mucho oficio pero poco gusto por la calidad que hacía películas de serie B como churros. En esta, Maggie es una delincuente que se encuentra cumpliendo condena en un correccional femenino. Su hermano ha sido asesinado brutalmente por unos criminales drogadictos que también violaron y dejaron malherida a su novia. Cuando la dirección del penal permite que salga bajo vigilancia para asistir al funeral, Maggie aprovecha para escapar e inicia la búsqueda de los asesinos de su hermano. En la ejecución de su plan de venganza, el peligro acechará a la joven constantemente. 

Lady Avenger está protagonizada por Peggie Sanders –en realidad, Peggy McIntaggart-, una aspirante a actriz canadiense que poco tiempo después de perpetrar este despropósito, se operó las tetas y fue elegida Playmate del mes en enero de 1990. Sin duda, estamos ante una película de bajo presupuesto y peor nivel artístico, un subproducto de sugerente portada –como todas aquellas cintas de VHS que uno podía encontrar en la estantería de ofertas del vídeoclub hace treinta años– aunque caracterizado por unas interpretaciones patéticas sin excepcion que dio como resultado una bazofia típicamente ochentera por lo vergonzoso. Y si tan execrable es –os preguntaréis–, ¿por qué deberíais verla?, pues porque también en la basura podemos encontrar belleza. Y, aunque sea como exponente de arte povera de celuloide, esta Lady Avenger tiene su encanto grasiento y cutre. Persecuciones, coches ardiendo, motos voladoras, lanzallamas, pistolas, bombas y algunas tetas –por cortesía de Michelle Bauer– hacen de la película uno de esos productos entretenidos que –de malos- hacen disfrutar al más escéptico. En resumen: patatas fritas, pizza recalentada, un pack de cervezas frías y a pasar un buen rato ante la pantalla con algún amigote, que es como estas cosas se hacían antes.