Piltrafillas, hay artistas a los que el talento les rezuma por cada uno de sus poros. Es el caso indiscutible de Victor Grasso, pintor autodidacta norteamericano enamorado de la magnética oscuridad de Tim Burton –por ejemplo- pero también del costumbrismo amable de Norman Rockwell, a quien no puede negar la admiración que le profesa. Me ha encantado conocerle.
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