Así es amigos, en este día en el que he decidido dedicar mis colaboraciones blogueras musicales de los viernes a la banda de hard rock más carismática del siglo XX –You wanted the best, You got the best!-, os quiero comentar este Psycho Circus. Por supuesto, a la hora de buscar entre su discografía obras a destacar, a nadie –yo el primero- se le ocurre mencionar este álbum. Sin embargo, en mi opinión tiene una importancia fuera de discusión ya que se trata de su último trabajo. Sí, lo sé, en el nuevo siglo editaron Sonic Boom y Monster... pero, como decía Raimón en los años 60, esos álbumes no son de este mundo, the REAL Kiss world. Me explico. La reunión –muy a medias, pero reunión- que supuso Psycho Circus podía haber sido un estupendo y mítico colofón a la carrera de esta enorme banda vilipendiada por muchos y amada por una legión de seguidores. Tampoco ayuda mucho a la leyenda ver a estos sexaganarios embutidos en sus trajes, intentando disimular las lorzas cuando podrían haberse dedicado a dar pequeños conciertos de sus grandes éxitos –tienen donde escoger- y vivir en paz sus últimos años. Por último, aunque no sea un tema baladí, está lo de Tommy y Eric. Lo sé, amigos, Kiss han tenido numerosas formaciones lo largo de su historia así como infinidad de colaboraciones sin acreditar en sus grabaciones. A nadie se le escapa que Tommy Thayer ya tocaba en Kiss antes de unirse oficialmente a la banda, pero –quizás sea una postura irracional, pero ¿no lo es la idolatría?- me parece un sacrilegio que lleve el maquillaje de Ace Frehley. Y no es porque –como ha dicho en alguna ocasión el borrachín de Frehley- haya quien se sienta engañado al pensar que quien está ahora en los escenarios es el miembro original, sino porque como seguidor de la banda siempre he pensado que se trataba de músicos con diferentes personalidades que decidieron maquillarse de una determinada forma y no al revés. ¿Verdad que Carr y Vincent tuvieron maquillajes específicos?, pues por eso creo desacertado, por una parte, el regreso a los maquillajes y las plataformas y, por otra, la utilización de las personalidades de Space Ace y The Catman. Pero me estoy apartando de lo que de verdad importa, que es este Psycho Circus, el –repito- último álbum de los Kiss tal y como yo los entiendo. Desengañémonos, no podemos obviar que es una mezcla de descartes, antiguas ideas, alguna novedad y un tema aportado por Frehley, un puzzle en el que cada uno trabajó por separado con sus colaboradores habituales y solo en contados momentos coincidieron en el estudio para más tarde embarcarse en la consabida gira all for the money. Pero es lo que hay.
Así, tras el fallido lanzamiento –por obligación- de Carnival of souls el año anterior, Kiss colocan en las tiendas este Psycho Circus, decimoctavo álbum de estudio de su carrera en el que se reúnen los miembros originales y la banda regresa al maquillaje que abandonó en 1983. Lo primero que me llamó la atención del cedé fue el formato de su portada con una cubierta lenticular muy atractiva. Eso y la ocasión de encontrar algo de la magia pasada fueron los factores que acabaron por hacerme decidir. La realidad iba a ser distinta. Grabado entre los californianos A&M studios y los neoyorquinos One on one studios y producido por el experimentado Bruce Fairbairn -cuyo principal trabajo fue abstraerse del “mal rollito” que se respiraba entre los cuatro y centrarse en que cada cual hiciese lo que se esperaba de él con el objetivo de dar forma a un álbum de Kiss para Mercury Records-, este Psycho Circus contó oficialmente con Paul Stanley a las voces, guitarra y bajo, Gene Simmons a las voces, guitarra y bajo, Peter Criss a la batería en un tema y voces en otro y a Ace Frehley en las voces y la guitarra solista en tres temas. Sin embargo, sin acreditar –como en todos los álbumes de Kiss- tomaron parte en las grabaciones del cedé –que sepamos, aunque apuesto que hubieron más músicos involucrados- Tommy Thayer en todas las guitarras excepto los tres temas que grabó Frehley, Kevin Valentine a cargo de todas las baterías menos la del único tema que grabó Criss y las colaboraciones de Bruce Kulick en Within y de Shelly Berg y Bob Ezrin al piano y teclados respectivamente. Al respecto, Ace siempre ha dicho que contribuyó al álbum mucho más de lo que se le reconoce y que varias de sus ideas fueron fagocitadas por Simmons y Stanley. Particularmente, creo que es otra de las pataletas del guitarrista, quien aportó un único tema a Kiss ahorrando esfuerzos para su carrera en solitario. Lo cierto es que Stanley –que siempre se ha declarado frustrado por haber intentado grabar un álbum de “grupo” sin éxito- trabajó en sus temas por separado y Simmons hizo lo propio, por lo que dudo mucho que se apropiasen de ningún material de Space Ace. De Criss mejor ni hablar. The Catman se limitó a tocar en Into the void, participar en el único tema en el que los cuatro miembros originales aparecen poniendo voces y cantó una canción compuesta para él por Stanley y Bob Ezrin.
El track list fue:
Psycho Circus
Within
I pledge allegiance to the state of rock & roll
Into the void
We are one
You wanted the best
Raise your glasses
I finally found my way
Dreamin’
Journey of 1,000 years
Para mi gusto, destacan Psycho Circus, Into the void –Ace será un impresentable, pero sus temas no acostumbran a defraudar-, You wanted the best, Raise your glasses y una preciosa Journey of 1,000 years. A modo ilustrativo, en lugar de enlazaros canciones sueltas del álbum –que ya ha quedado claro que poco tienen que ver con un trabajo conjunto de estos cuatro artistas- he preferido rescatar una grabación de la gira de presentación del disco con Into the void, que al menos refleja lo que estos cuatro tipos eran capaces de hacer en un escenario.
En fin amigos, lo dicho, Psycho Circus supone el fin de una era, el epitafio de los Kiss clásicos, la última oportunidad fallida para esos tarambanas llamados Ace Frehley y Peter Criss y una experiencia que resultó tan traumática que Stanley y Simmons tardaron más de diez años en sacar un nuevo álbum.
Kiss – Fifteen years on (1991)
Como bonus, quiero hablaros de Fifteen years on, un lanzamiento en cedé del sello londinense Baktabak de 1991 que contiene una entrevista de un periodista italiano a Gene Simmons con motivo de la presentación del Crazy Nights del 87. La cosa comienza muy mal, con el periodista preguntando a Simmons cómo está y este respondiendo que cansado después de 10 entrevistas seguidas. El periodista se pone tan nervioso que comenta algo de los veintiún años de la banda a lo que el bajista replica que son quince años en los que han editado veintiún álbumes. La verdad es que el periodista es bastante paradito y más que formular preguntas a Simmons, las medio balbucea siendo el músico quien le propone temas y va explicándose mucho más despierto que su interlocutor. De hecho, al inicio, Gene se permite bromear con una chica –se supone que acompañante de su entrevistador o algún tipo de azafata- ofreciéndole Coca-cola y preguntándole si es Sophia Loren. Total, que poco a poco Simmons se acomoda –te puede caer más o menos mal, pero es un profesional- y ante su interlocutor se deja llevar explicando que escribieron quince temas, grabaron doce y emplearon once para el álbum. Por cierto, hace referencia a que el duodécimo fue Are You Always This Hot, un tema que asegura que nunca finalizaron en el estudio y del que -pese a conocerse en la red- nunca se ha encontrado información, aunque con toda seguridad la base debió acabar en otro álbum, con otro título y una nueva mezcla.
También habla de la historia de KISS, de cómo el ganador en la carrera musical no es quien vende más millones de copias de su primer disco sino el que se mantiene ahí más años –cita a Quiot Riot como ejemplo de ello-, del lanzamiento del VHS Exposed editado el mismo año que Crazy Nights, habla de su última incursión en el cine en Wanted: dead or alive, con Rutger Hauer –el lerdo del entrevistador no tiene ni idea de quién es- e incluso comenta de pasada el fichaje de los nipones E.Z.O. por su propio sello y de cómo se toma su trabajo con otras bandas como una especie de reacción a lo que una vez le ocurrió a él, cuando alguien le dio la oportunidad de grabar un disco y ser lo que hoy es. Ahora es él el que quiere dar a otras bandas esa misma oportunidad. En fin, amigos, que estamos más ante un objeto para coleccionistas Kissmaníacos que para amantes de la música ya que como os he dicho se trata de una entrevista muy poco trabajada en la que nos limitamos a escuchar durante más de media hora a Gene Simmons hablando de los más diversos temas, comentando que le gusta pintar, aprender idiomas, viajar, componer y tocar canciones y ocupar su tiempo en hacer el máximo de cosas que sea capaz. En ese sentido, portada y título son de lo más engañoso, ya que no se escucha a ningún otro de los integrantes de la banda hablar de sus quince años de carrera –además se muestra a Frehley en la foto cuando se trata de una entrevista de la época en la que estaba Kulick- y Simmons casi no habla de Crazy Nights más allá de lo antes comentado y de explicar las razones por las que colaboraron con Desmond Child. Pero that’s Kiss, amigos.
¡Feliz verano!
©King Piltrafilla
Entrada publicada el viernes pasado en zeppelinrockon.com
Entrada publicada el viernes pasado en zeppelinrockon.com
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