Queridísimos lectores –que sé que alguno hay-, me encuentro escribiendo esta entrada sin saber si seré capaz de finalizarla a tiempo de cumplir con mis obligaciones contractuales. Así pues, disculpad si el estrés y la premura convierten mi presentación de hoy en un zurullo poco apto para su publicación. Ya se encargará mi editor de hacérmelo saber. En fin, que ya estoy divagando, así que centrémonos en lo que de verdad importa esta tarde y hablemos de lo que hemos venido a hablar. Los Jane’s Addiction son un grupo angelino que se formó a mediados de los 80 con Perry Farrell a las voces, Dave Navarro a la guitarra, Eric Avery al bajo y Stephen Perkins a la batería y cuyo estilo podría definirse como una mezcla entre funk metal, rock alternativo y hard rock. Su primera obra se tituló Nothing’s shocking, que fue seguida por el mítico Ritual de lo habitual –el segundo y último cedé que adquirí de la banda, que ha llegado a vender dos millones de copias en los Estados Unidos-, tras la que el grupo se separó.
Y entonces, trece años después, como quien no quiere la cosa, Farrell, Navarro, Perkins y el genio Bob Ezrin entran en los Henson recording studios con el bajista neerlandés Martyn LeNoble –que ya había trabajado con Farrell en el pasado, tanto en sus discos en solitario como con el proyecto Porno for pyros- preparados para poner de nuevo en el mapa a Jane’ Addiction. De pronto, el reputado Chris Chaney decidió unirse al proyecto y regrabar las pistas de bajo sustituyendo a LeNoble, que fue despedido ipso facto. Así es como Strays llegó a hacerse realidad. No era el line up original, pero casi. Con la dirección del genio Bob Ezrin a los controles –no os lo voy a presentar a estas alturas- ayudado por Brian Virtue, los miembros mencionados del grupo y diversos teclistas y programadores de sintetizadores, el resultado fue el siguiente track list:
True nature
Strays
Just because
Price I pay
The riches
Superhero
Wrong girl
Everybody’s friend
Suffer some
Hypersonic
To match the sun
El cedé se inicia con True nature, un trallazo de hard rock con bonitos coros, un comienzo estupendo, fantásticos arreglos y guitarrazos marca de la casa por parte de Navarro, o sea una perfecta primera canción que nos sirve de preámbulo al tema título en el que destaca ese inicio de bajo, guitarra con tintes arábigos y -cuando entra la batería- toques de funk metal con cierta “suciedad” calculada y la voz de Farrell arropada por Navarro y Chaney.
Just because es otro tema de hard rock con protagonismo absoluto de la voz de Farrell junto al inseparabe sonido de la guitarra de Navarro, que se luce. Luego Price I pay, que tiene un inicio lento basado en la voz de Farrell arropada por unos sintetizadores y una guitarra limpia acompañada por el bajo de Chaney, todo casi acústico hasta que entra el resto del tema con un cambio de melodía presentado por unas líneas de bajo a lo Faith no more que con la llegada de la batería convierte al tema en otra fusión de hard, funk metal y alternative rock, aunque contiene pasajes en los que la mano de Ezrin se hace notar y en los que podríamos decir que el tema pasa a ser un ejemplo de sonido atmosférico. Casi sin separación, la guitarra de Navarro nos mete de lleno en uno de los temas que más me gusta de este Strays, The riches, con un bajo preeminente y mucho guitarreo.
Con Superhero y Wrong girl, el álbum decae un poco para mi gusto. Se trata de dos temas de funk metal bastante parecidos que, aunque de perfecta factura y producción, no destacan especialmente. Everybody’s friend es una breve y lenta canción, con Farrell de protagonista junto a una acústica de Navarro, que luego implementa arreglos tipicamente Ezrinianos. Comienza entonces a lo Red Hot Chili Peppers la titulada Suffer some, guitarrera y muy funky. Hypersonic es un tema menor en el que yo destacaría ciertos ramalazos a NIN
y por fin nos encontramos con To match the sun, un interesantísimo tema con muchos arreglos que me encanta y cuyo final es precioso, o al menos a mi me lo parece. Y es que esa guitarra llena de emoción de Navarro me parece un más que digno fin de cedé.
Total amigos, que como no podía ser de otra manera estando quien estaba como maestro de ceremonias, Strays es una estupenda grabacion, grandilocuente y cargada de arreglos que quizás pecaba de exceso de producción, algo que a los incondicionales de la primera época de la banda y su Ritual de lo habitual parece ser que no gustó demasiado. Pese a que el single Just because fue incluso nominado para un Grammy –no ganó-, el álbum se quedó en una cuarta parte de las ventas de su predecesor. Y es que trece años son mucho tiempo. No obstante, a mi –a lo mejor porque venía del hard’n’heavy- me gustó mucho en general.
¡Feliz fin de semana!
©King Piltrafilla
Entrada publicada el pasado viernes en zeppelinrockon.com
Entrada publicada el pasado viernes en zeppelinrockon.com
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