Al alemán Jan Scholz lo descubrí hace años –allá por 2010- en casa de la piltrafilla Klimtbalan, pero hasta hoy no os he podido hablar de él. Pese a llevar ya en esto de retratar modelos casi ocho años, no se dedica profesionalmente a ello sino que utiliza la fotografía como válvula de escape creativa a su trabajo diario –se supone que monótono- en Bruselas.
Anda! y yo que se la iba a copiar!!!
ResponderEliminarPues es suya, ya ve.
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