domingo, 12 de enero de 2014

Cry uncle!


Amiguitos, si os nombro al realizador John G. Avildsen, quizás a la mayoría no os diga nada y supongo que a algunos cinéfilos os vendrán a la cabeza títulos como Rocky, The karate kid o la injustamente infravalorada La fórmula. Sin embargo, antes de todas estas películas, John rodó cintas como la que hoy os presento, una obra de culto como una catedral aunque no demasiado conocida por el gran público. Me estoy refiriendo a Cry uncle! –una expresión que podría traducirse como ¡Ríndete!-, comedia protagonizada por Allen Garfield en el papel del grasiento detective Jake Masters y producida por Lloyd Kaufman tres años antes de que este crease la célebre Troma Entertainment para dar salida a sus historias frikis de sexo, humor y violencia cutre. La historia comienza con el detective fornicando en un barco –antes de mostrárnoslo, el director ha hecho un barrido por el camarote que nos ha permitido ver un donut al lado de un plátano a medio pelar, muy sutil- hasta que una llamada telefónica le interrumpe. Se trata de su sobrino y secretario, que le anuncia que han sido contratados para resolver un nuevo caso. Masters debe encontrarse en el aeropuerto de LaGuardia con una misteriosa pelirroja, pero por culpa de una equivocación acaba retenido por la policía. Sin embargo, el error se subsana y una tal Cora Merrill le lleva ante el excéntrico millonario Jason Dominic, a quien están chantajeando con hacer pública una grabación pornográfica en la que retoza con tres chicas. El magnate contrata a Jake para que investigue quién se encuentra tras la extorsión, y este tendrá que recorrer Nueva York en busca de pistas junto a Cora, en realidad una asesina profesional. 


Piltrafillas, Cry uncle! es una película de 1971 a la que podríamos calificar de thriller negro en tono de comedia con algo de softcore, desnudos a mansalva –la mayoría de chicas como Debbie Morgan, Madeleine Le Roux, Pam Gruen o Maureen Byrnes pero también de Garfield-, drogas e incluso necrofilia. Sin embargo, el guión es divertido –hay mucho humor, aunque no del fino, ya me entendéis- y la fotografía no está nada mal. En realidad es como si una comedia negra “seria” se hubiese rodado sin escatimar en escenas eróticas de alto voltaje. Debéis saber que Cry uncle! se prohibió en Finlandia y Noruega. Así pues, tenemos sexo, humor y algunos disparos, lo que en resumen nos proporciona una más que recomendable cinta clásica para los amantes del cine sexy y friki.

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