Mi primera reseña del año es para la película británica Circuito cerrado, un thriller dirigido por John Crowley y protagonizado por Eric Bana y Rebecca Hall, en el papel de los abogados y antiguos amantes Martin Rose y Claudia Simmons-Howe. El argumento nos cuenta como, tras un atentado con numerosas víctimas en el Borough Market de Londres, se consigue detener a uno de los culpables, un tal Farroukh Erdogan. Cuando el abogado defensor de Erdogan se quita la vida, el Fiscal General nombra a Rose como defensor y a Simmons-Howe como abogado especial –que debe ocuparse de la parte del juicio que por motivos de seguridad nacional no puede hacerse pública-, con el mandato de que ambos no pueden tener contacto mientras dure el juicio. A partir de ese momento, conforme avancen sus investigaciones, las propias vidas de Claudia y Martin se verán amenazadas por un poder por encima de ellos.
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