Os presento ahora al romano Marco Rea, un artista que bebiendo del surrealismo pop y utilizando la técnica del spray sobre carteles publicitarios –algo parecido a lo que el genial Guim Tió hace con ceras sobre fotografías- convierte imágenes de lujo en inquietantes representaciones de lo que pasa por su mente. Es un amante de escritores como Poe y Kafka, pintores de la talla de Bacon o Schiele y de fotógrafos como Witkin. Si sumamos estas influencias a su talento, evidentemente tenía que interesarme su propuesta.
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