Amigos del vinilo, esta no era la entrada que tenía preparada para este viernes. En realidad hoy os tenía que hablar de un doble elepé recopilatorio que se he visto relegado a la semana que viene. Pero ocurre que el pasado día 10 de octubre falleció la guitarrista norteamericana Jan Kuehnemund, fundadora de la banda Vixen. Natural de la localidad de Saint Paul –capital del estado de Minnesota, lugar de origen de la manzana Honeycrisp-, Janice no tenía ni veinte años cuando dio forma a Vixen, una banda de chicas por la que pasó una tal Pia Maiocco –más tarde Pia Vai- llegando a participar en la película Hardbodies en 1984. Precisamente gracias a ese trabajo, Jan y sus compañeras –a la voz ya estaba Janet Gardner, una cantante de la fría Alaska cuya voz me recuerda mucho a la de Eric Martin, vocalista de Mr. Big- se trasladaron a Los Angeles, en donde se labraron una reputación tocando en el circuito de bares musicales del Sunset Strip, terreno abonado al glam de WASP, Poison, Crüe y compañía. En 1987, el grupo sufre un nuevo cambio de formación y entran Share Pedersen y Roxy Petrucci –que venía de Madam X, aquí tenéis más datos-, definiéndose el que sería el line up clásico.
Y fue entonces cuando EMI decidió apostar por el grupo, utilizándolas –es innegable- de manera sexista. Si los thrashers y metalheads puristas se metían con los crepados y pintalabios del glam bromeando sobre si parecían chicas, aquí tenían a un grupo que tocaba igual que todos ellos y además eran auténticas mujeres sexies, tres rubias por delante y aquella morena de Detroit –mi preferida- machacando los timbales por detrás. Para el disco se utilizaron diversos productores, estudios y compositores y ya me disculparéis, pero la cosa echaba un tufo a proyecto de baratillo que apesta... aunque hay que tener en cuenta que esas intrusas en un mundo de hombres no eran nadie aún. Receta: se cogen cuatro tías buenas, algunos compositores de radio-hits a sueldo, se contrata a varios productores para que en tiempos muertos de otros proyectos dediquen un ratito a dar forma a unos cuantos temas... y cuando se tiene todo a punto, se edita el resultado para ver como funciona. Y funcionó bien.
Así que en 1988, cuando Girls, Girls, Girls o Appetite for destruction estaban en la calle –haceos una idea de la época-, se edita Vixen, primer álbum de un grupo honesto que interpretaba composiciones resultonas mezcla de AOR y hard rock melódico escritas por otros y que aguantó lo que aguantó –dos álbumes con esa formación- antes de que el sello perdiese el interés por ellas. Si os soy sincero, Vixen no eran ni mucho menos uno de mis grupos favoritos –de hecho, tardé en hacerme con su álbum de debut que, como podéis apeciar en la foto adjunta, me costó 1.650 pesetas- pero los heavies somos leales y no perdimos de vista que las chicas tuviesen los ovarios y la calidad musical necesaria para patear los culos de la escena glam cuando Poison, Guns n’ Roses, L.A. Guns o los Crüe reinaban. Así que no eran Survivor ni Faster Pussycat... pero roqueaban en una mezcla de estilos "molona" y pese a casi no escribir canciones –en ninguno de los tres singles que se extrajeron del disco habían aportado nada, aunque en su segundo álbum ya participarían más-, sabían tocar además de menear las caderas y agitar sus melenas tan llenas de laca como las de sus colegas masculinos. Definitivamente, eran más que cuatro pares de tetas. Os contaré que yo las llevaba en la carpeta de la universidad junto a Scorpions o Ratt, y no era el único. Vixen nos daban la oportunidad de colocar algunas mujeres en esos collage dedicados a las bandas del estilo que nos gustaba con el que forrábamos las carpetas, aguantando sus instrumentos y no como mero acompañamiento de atrezzo de una banda de machitos.
Grabado en los Capitol Studios, The Pasha Music House, Iceberg studio, Rhett Lawrence studio, Ignited studio, Sunset Sound Recorders y Baby O’ Studios, con producción y arreglos de Richard Marx, David Cole, Rick Neigher y Spencer Proffer y una portada diseñada por Reiner Design fotografiada por el gran Nels Israelson –acreditado únicamente como Nels-, el track list de Vixen era:
A
Edge of a broken heart
I want you to rock me
Cryin’
American dream
Desperate
B
One night alone
Hell raisers
Love made me
Waiting
Cruisin’
Con la formación antes mencionada de Janet Gardner a las voces y guitarra rítmica, Jan Kuehnemund a los coros y guitarras, Share Pedersen a los coros y bajo y Roxy Petrucci a los coros y batería, con la colaboración de Vivian Campbell a la guitarra en el tema Desperate –no acreditado pero sí relacionado en la thank list de la funda interior, eso que algunos de nosotros gustábamos de escudriñar mientras escuchábamos los vinilos por primera vez- y de Richard Marx y Derek Nakamoto a los teclados, el resultado era un álbum que navegaba entre el hard rock melódico y el AOR orientado a radiofórmulas.
Vixen se inicia con el hard rock elegante de Edge of a broken heart, le sigue una rockera I want you to rock me –aunque demasiado producida, con teclados y batería electrónica, por eso os adjunto una versión en directo mucho más digerible- coescrita por Gardner y se completa con el megahit Cryin’, quizás el tema más conocido del álbum, con profusión de teclados, una estupenda Janet Gardner, mucha actitud –no os perdáis a Petrucci tocando en el vídeo con unos tacones de infarto- y teclados a tutiplén. A estas alturas del disco ya sabemos que no estamos ante Screaming for veangeance re-visited precisamente ni tampoco ante unas sosias de Giuffria, pero el resultado es más que interesante. La cara se completa con American dream y Desperate, con un bonito inicio de acústica y segundo tema en el que aparece una miembro de la banda como coescritora, precisamente Jan Kuehnemund, a quien hoy recordamos. En la cara B encontramos One night alone, Hell raisers–un tema que en directo suena genial, muy hard rock-, Love made me –el tercer single, menos conocido que sus dos predecesores pero otro pelotazo, con mayor peso de las guitarras aunque con las mismas armonías vocales marca de la casa, y completan el álbum Waiting y Cruisin’, dos composiciones de Gardner y Kuehnemund, que son los temas menos AOR del disco y los que dejaban mejor sabor de boca a los metalhead que se atrevieron a meter en casa este vinilo. El sueño de Jan Kuehnemund se había cumplido, y tuvo su continuación en Rev it up, un álbum en el que las chicas tuvieron algo más de peso a la hora de componer los temas que incluía. Pero eso, amigos, es otra historia.
Y tras el repaso de Vixen –el elepé-, un bonus en memoria de Jan, una grabación de Give it a chance, tema de la banda sonora de Hardbodies –con Pia Maiocco al bajo y Laurie Hedlund a la batería-, escena de la mencionada cinta de 1984 en la que podemos ver a las chicas años antes de que fuesen lanzadas internacionalmente.
DEP
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