Y mi segunda cinta poco tiene que ver –argumentalmente- con el día en que estamos, pero no me negaréis que el título encaja a la perfección. Se trata de Black Mama, White Mama, un sexploitation que aparentemente encaja en el subgénero women in prison, aunque ya veréis que no es del todo cierto. Dirigida en 1973 por el reputado realizador filipino –al menos en su país- Eddie Romero y protagonizada por el dúo Margaret Markov y Pam Grier –que repetirían al año siguiente en la recomendable The Arena, de la que ya os hablé aquí-, nos cuenta como Karen, una rubia revolucionaria de izquierdas acusada de ayudar a los rebeldes, y Lee, una prostituta negra acusada de robar a un narcotraficante, son encerradas en una prisión femenina en la que no faltan la guardiana lesbiana sádica y escenas de duchas y de pelea de gatas en el comedor. Sin embargo –por eso os decía que no encaja del todo en el género WIP- cuando son trasladadas en autocar, este es atacado y las dos escapan.
esto ya me mola más...jejeje..
ResponderEliminarMírale al D emocionado con la enormidad de la Ajita Wilson... mírale...
ResponderEliminarPor Dios, no me joda! Ajita Wilson dice, ...¡la gran Pam Grier!
ResponderEliminarPse!
ResponderEliminarAjita
Grier
¿Cómo que pse? No va a comparar. Además, decían que Ajita era en realidad un bombero transexual. Y Pam es una negraza natural.
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ResponderEliminarsi en mi vida bloguera hay algo que me de por culo es: darle la puta razón, ¡MIERDA!