Mi primera reseña del domingo es para American Mary, una cinta que afrontaba con reparos por culpa de las críticas negativas de algún miembro de esta comunidad pero que debo deciros que a mi sí que me ha gustado, lo que tampoco es que diga demasiado de la calidad de la obra... o quizás sí. Ya sabéis que, para gustos, los colores. En fin, que nos encontramos ante el segundo largometraje de las hermanas Jen y Silvia Soska después de su aclamada Dead Hooker in a Trunk, otra que tenía pendiente y que no tardaré mucho en ver y comentar. El argumento de American Mary nos cuenta la historia de Mary Mason, una prometedora e inteligente estudiante de medicina y futura cirujana a la que le cortan el teléfono por falta de dinero. Registrada en una web de búsqueda de trabajo, responde al anuncio de un club masculino para realizar masajes –aparentemente sin sexo- y acaba medio desnuda, operando sin anestesia a un tipejo al que han dado una paliza. Asustada, aunque con un buen fajo de dólares en el bolsillo, regresa a su casa. Lo malo es que sus habilidades han interesado a Beatress, una joven que se ha sometido a múltiples operaciones para asemejarse a Betty Boop y que se presenta en casa de Mary con la intención de que esta intervenga a una amiga que desea hacerse unos retoques, digamos que poco convencionales. La sosias de Betty le pagará a Mary mucho dinero en efectivo si accede a convertir a su amiga Ruby en una especie de muñeca humana, voluptuosa pero sin zonas erógenas, cosiéndole el sexo y extirpando sus pezones.
Mary, agobiada por las deudas, acabará aceptando y a partir de ese momento entrará en contacto con pacientes que le pagarán muchos dólares a cambio de bifurcaciones linguales, implante de prótesis diversas y modificaciones radicales del cuerpo -lo que incluye mutilaciones genitales o de miembros varios-, alterando su personalidad y su sentido de la ética, provocando en ella un cambio psicológico que la llevará incluso a no dudar en utilizar sus aptitudes para castigar a aquellos que le hacen daño. Piltrafillas, como ya os he avanzado,
American Mary me ha gustado mucho. Pudiendo ser muy
gore, la verdad es que exceptuando alguna escena salpicada por la sangre, de ninguna manera juega al exceso, centrándose mucho más en la transformación psicológica de Mary que en sus actos médicos. A resaltar el trabajo de la guapa
Katharine Isabelle -que sin ser especialmente voluptuosa ni escandalosamente bella, resulta muy sexy como
surgeon butcher con lencería y tacones altos- y por supuesto el departamento de maquillaje y efectos visuales. La fotografía es oscura, pero lejos de ser un lastre es algo que refleja perfectamente los ambientes sórdidos de un mundo en el que –pese a las connotaciones éticas- nadie se somete obligado a este tipo de intervenciones y se trata de personas adultas que afrontan –no juzgaré si en posesión de sus facultades mentales- sus transformaciones físicas con total voluntariedad. En mi opinión,
American Mary es el retrato de una víctima del sistema que escoge el camino equivocado a la hora de encarrilar su futuro primando la seguridad económica a los principios de su vocación. Lo reitero, una cinta muy recomendable.
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