jueves, 20 de diciembre de 2012

Comida de empresa


Y mañana... comida de empresa, insulsas entradas en el blog, casi nula participación en Twitter y ausencia de colaboración en FFVinilo. Es lo que hay. La previsión es llegar a casa tarde... y perjudicado. Es tradición salir de la comida con el estómago lleno a reventar de carne o pescado –según le venga en gana al presidente- y reunirnos unos cuantos en una terraza –si el tiempo lo permite- para dejar atrás cervezas, vino y cava y seguir con rones, whiskies, gintonics y lo que caiga. La idea es ir pagando rondas. Quizás es una manera infantil de acabar la comida, pero es que es la única manera de hacer ver que en la empresa todo va de puta madre. Además, ya lo tengo decidido. Para que os hagáis una idea, mi medio habitual de transporte es el coche y mañana –como cada año- cogeré dos autobuses para llegar al trabajo. Cinco horitas de trabajo... y a lo que vamos. Luego, cuando se haya puesto el sol, me espera casi una hora de camino a pie hasta casa –con cuidadín-, para airearme y recuperar algo de humanidad. Total, no pienso volver a la oficina hasta el año que viene... en el mejor de los casos.

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