domingo, 9 de septiembre de 2012

The Avengers


Y después de la película freak de culto para adultos, este fin de semana también le ha tocado a una cinta familiar palomitera de acción, en concreto a Los Vengadores, la última producción de la división cinematográfica de Marvel basada en los cómics del grupo de superhéroes creado por los míticos Stan Lee y Jack Kirby. La historia nos cuenta que cuando Loki de Asgard –hermano adoptivo de Thor- aparece en la Tierra a través de un portal de energía dispuesto a ayudar a unas fuerzas extraterrestres a invadir nuestro muendo, Nick Fury –director de la agencia gubernamental de defensa SHIELD- decide ejecutar un antiguo plan y reclutar a diversos superhéroes para forma un comando cuya misión será –ahí es nada- salvar el planeta. La verdad es que tras las producciones de Hulk, Thor, Iron Man y el Capitán América, estaba cantado que en el macroproyecto de Marvel de llevar a la pantalla su particular universo no íbamos a tardar demasiado en encontrarnos con este grupo de hombres fantásticos. 


Bueno amiguitos, la verdad es que si os he de ser sincero, esta Los Vengadores dirigida por Joss Whedon –un realizador forjado en televisión- se me ha hecho pesada en algún momento. Digamos que dos horas y cuarto son demasiado para lo que de verdad cuenta de esta película, que es la batalla final por la defensa de Manhattan. En mi opinión se podría haber acortado un poco el metraje. Sin embargo, en general, me ha parecido distraída. Me he preparado un cortadito, una copa de ron colombiano y –a media película- unas palomitas de microondas... y así hemos pasado la tarde en casa, tumbados en el sofá con el cerebro adormecido, abandonados al disfrute poco exigente de explosiones y disparos. Deciros que con un Capitán America que se lo toma todo demasiado en serio –cuyo disfraz pijama es cutre a más no poder-, un Thor que nunca me gustó por no ser un humano con poderes, un Hulk al que se nota demasiado que es un efecto especial –además de que como Banner me gustaba más Norton que Ruffalo-, y si obviamos evidentemente a la sexy Natasha Romanov, me quedo una vez más con Tony Downey Stark y su alter ego Iron Man, y no sólo porque cuando aparece por primera vez con su armadura suene Shoot to thrill de AC/DC o por la camiseta de Black Sabbath que lleva durante su estancia en la nave volante de SHIELD, no. Su rebeldía ante la autoridad, socarronería, inteligencia y porte de playboy le hacen especialmente simpático y el único del grupo con verdadera rock attitude. En resumen, a mi hija le ha gustado, a mi mujer no tanto, a mi... bueno, a mi me daba igual. Sólo son superhéroes ¿no?, no es necesario buscar buena fotografía, interpretaciones de Oscar o tramas enrevesadas. Si no la habéis visto ya es una opción bastante válida para pasar el rato en el comedor de casa. Pagar por ella en una sala comercial ya es otro cantar.

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