Arroz de pollo con alcachofas

Piltrafillas, el domingo cociné para la familia un Arroz de pollo con alcachofas que –está mal el decirlo- estaba buenísimo. Y como he visto que aún no os lo había recomendado, a ello voy. Lo primero que hay que hacer es comprar un pollo a l’ast –algo muy típico de los domingos catalanes- un fin de semana antes y reservar algo para este arroz (un par de alas y una pechuga es suficiente para dos personas). Congelamos los restos y a otra cosa, mariposa. Llegado el momento, descongelamos el pollo y freímos tres o cuatro alcachofas cortadas en rodajas. Desmenuzamos en trocitos muy pequeños todo el pollo sin dejarnos nada, pero tirando huesos o cartílagos. Sofreímos en una cazuela el pollo, una cebolla rallada y dos dientes de ajo rallados y añadimos dos o tres tomates rallados (la piel no) y un poco de sal. Dejamos que el tomate pierda un poco de agua y añadimos el arroz removiéndolo todo unos minutos. Ya podemos retirarlo del fuego y disfrutar de la mañana hasta la hora de comer. 

Llegado el momento, precalentamos el horno a 200 ºC y ponemos a hervir agua con media pastilla de caldo (dos tazas de agua por cada taza de arroz). Cuando arranque el hervor, añadimos el agua al arroz y echamos las alcachofas haciéndolo cocer todo a fuego lento durante diez minutos sin dejar de remover para que no se peguen los granos al fondo. Cuando se haya bebido toda el agua, añadimos medio vasito y ponemos la cazuela en el horno con el grill fuerte hasta que desaparezca el líquido y el arroz coja un aspecto algo tostadito. Sacamos del horno, dejamos reposar... y tendremos un riquísimo Arroz de pollo con alcachofas. Vosotros no sé, pero yo sin pan no sé comer por lo que hay que hincarle el diente acompañado de una buena barra de pan crujiente y –como no- un cava brut o un rosado afrutado, ambas opciones bien frías.