Y mi segunda reseña es para la friki Poultrygeist, Night of the Chicken Dead, una inclasificable película de Troma Entertainment que no hay por donde coger. El argumento –que, sinceramente, es lo de menos- nos cuenta como una cadena norteamericana de pollo frito llamada American Chicken Bunker edifica un local en los terrenos de lo que había sido un cementerio indio de la tribu Tromahawk (sic). A la vez que la empresa tendrá que defenderse de los ataques de los defensores de las aves de corral se verá obligada a hacer frente a una amenaza que no es de este mundo. Si eso os resulta ya raro, sabed que la primera escena de la cinta corresponde a un pardillo virgen teniendo su primera relación sexual en el cementerio mientras las manos de los cadáveres salen de la tierra y le toquetean, y un tipo con un hacha se la menea espiándoles. Arbie y Wendy –que así se llama la parejita- huyen asqueados y entonces vemos como el degenerado coge los calzoncillos del joven para olisquearlos y seguir con su distracción onanista. Pero una mano cadáver se le mete por el recto, llega hasta su boca, le roba los calzoncillos de las narices y se retrae para salir por donde ha entrado, llevándose de paso sus tripas. Pero eso es sólo el principio. Séis meses después, en donde estaba el cementerio se levanta un restaurante de comida rápida ante el que se manifiestan numerosos defensores de los pollos. Allí está Arbie... y también Wendy, dándose el lote lésbico con otra activista. Wendy rechaza al pardillo, y este pide trabajo en el local como único medio para seguir en contacto con su amada. De esta manera, entre actuaciones musicales coreografiadas y escenas de diverso nivel de asquerosidad, veremos como una epidemia propagada por los pollos muertos del restaurante convierte en zombies a los que se comen nuggets y hamburguesas infectadas por la maldición de los Tromahawk.
Poultrygeist, Night of the Chicken Dead es ultragore bizarro para estómagos fuertes piltrafillas. Hilarante y depravada, la cinta se burla de los grupos para la defensa de los animales, de las minorías étnicas, de la comida rápida, de los obesos, está llena de imágenes ofensivas, desagradables –y no me refiero al típico gore de vísceras, eventracciones o miembros cercenados que hay en la cinta, sino a cosas como esas hamburguesas de pollo hechas con patas y cabezas pestilentes de pollo, puaaajs-, sangre, sexo lésbico, sexo hétero, autosatisfacción, sexo... ¡con pollos muertos! En Poultrygeist también hay hamburguesas que hablan, huevos podridos, nuggets mutantes, defecaciones, vómitos, zombies caníbales con cara de pollo y cancioncillas. Impresionante ¿eh? Pues sí amiguitos, pero qué queréis, estoy convencido de que Poultrygeist y unas cervezas bien frías os ayudarán –como a mi ayer por la tarde- a sobrellevar el calor que estamos sufriendo estos días. ¿Os animáis?
Estoy por pillarla. Las fotos que has puesto junto con los "jugosos" comentarios ("se la menea" y tal) han conseguido crear una especie de atracción fatal en mí.
ResponderEliminarJajaja, ya veo que esta tarde está usté berraco.
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