El punto final al viernes y a este caluroso agosto de 2012 que se despide con lluvias dispersas a lo largo del país lo pongo con el fantástico pintor pamplonica Iñaki Lazkoz, un artista formado en la Universidad del País Vasco que pasó temporadas en Granada, Bolonia, Viena y Southampton antes de licenciarse en Bellas Artes y vivir dos años en Nueva York. Es autor de unas obras de gran tamaño, coloridas y con gusto por el detalle con temáticas en las que destacan las de edificios, animales y automóviles.
viernes, 31 de agosto de 2012
Stryper – Soldiers under command (1985)
Amigos del vinilo, hoy os presento a Stryper y su Soldiers under command, un discazo con sonido e imagen típicamente eighties que ya tiene veintisiete añitos a sus espaldas. Cierto es que –aún vendiendo más de un millón de copias- no obtuvo el éxito de su sucesor, pero este me gusta mucho más en conjunto y además es su álbum de debut –si no contamos su EP de presentación- con el mago Michael Wagener en los controles de producción, algo que indudablemente se nota. El grupo californiano estaba formado por los hermanos Michael y Robert Sweet –voz y guitarra y batería respectivamente-, Oz Fox a la guitarra solista y Tim Gaines al bajo, tenían una imagen edulcorada a fuerza de tinte y laca y –glups- hablaban de Dios y el amor universal en sus letras, definiendo su estilo como metal cristiano. Sí amigos, soldados bajo el mando del Señor, vamos, unos guerrilleros de Cristo Rey del metal. Y seguramente pensaréis ¿en los 80 se podía ser seguidor de W.A.S.P. a la vez que de Stryper? La respuesta es clara: sí, y tanto. La diferencia entre las diferentes bandas que escuchábamos –además del estilo propio de cada una y sus valores instrumentistas- era la imagen que llevaban. Sin embargo, todos hacían lo mismo: hard rock, heavy metal, heavy rock... ¡música que nos encantaba! Y de la misma manera que uno podía disfrutar con Blackie pero no salía a la calle a violar tías buenas y beber su sangre, también podía escuchar a Stryper sin sentir la necesidad de ingresar en el seminario. De hecho sólo hay que ver la portada. Mucho amor y mucho cristianismo, pero dan más miedo que Ted Nugent en una reunión de espaldas mojadas. Claro que defender la fe por las armas es un concepto muy norteamericano (extremista). Pero es que estos tipos dan miedo: pistolas, ametralladoras, misiles... ¡pero si salen más armados que Rambo en las rebajas del Gun-Mart!
Total, que entre temas de hard rock con una melodiosa y potente voz –algo chillona en ocasiones, es verdad- la banda y el mencionado Wagener parieron un álbum que quedaba muy resultón y suponía la presentación a nivel masivo de Stryper. Entre todas las canciones destacaban –en mi humilde opinión- The Rock That Makes Me Roll, (Waiting For) A Love That's Real, Soldiers Under Command, Surrender, Makes Me Wanna Sing y el último tema. Sí amigos, porque el colofón a este vinilo lo ponía una versión guitarrera de The Battle Hymn of the Republic, una marcha que desde la Guerra Civil se considera el súmmum de las canciones patrióticas norteamericanas de tal manera que se usa tanto por Demócratas como por Republicanos en sus actos públicos, algo que –sumado a las numerosas referencias bíblicas del texto- resultaba perfecta para ser versioneada por los chicos buenos del condado de Orange. A mi me gustaba ponerla al final de las recopilaciones –en cintas cromo de 90 minutos- que me pedían los colegas.
Luego llegó el To hell with the devil –disco de platino, poca broma- y en el 88 el In God we trust, disco de oro como el Soldiers y el último que me compré del grupo –en formato picture disc, eso sí- antes de que abandonasen su imagen glam cristiana disfrazados de abejas e intentasen parecer chicos malos (hasta se dejaron barba y todo). Patético.
Adjunto el song list y –por este orden- los temas Soldiers Under Command –que da título al álbum-, (Waiting For) A Love That's Real, Surrender –extraído de su Live in Japan- y, cómo no, el Battle hymn of the Republic.
A
Soldiers Under Command
Makes Me Wanna Sing
Together Forever
First Love
The Rock That Makes Me Roll
B
Reach Out
(Waiting For) A Love That's Real
Together as One
Surrender
Battle Hymn of the Republic
Feliz viernes.
@KingPiltrafilla
Entrada publicada simultáneamente en FFVinilo.blogspot el 31.08.12
Celtic Frost – Cold Lake (1988)
Amigos del vinilo, por fin parece que el período vacacional va llegando a su fin y este blog recupera a sus habituales autores de entradas. Estoy encantado de haber estado keeping the flame pero la carga comenzaba a ser excesiva. Pero vamos a lo que importa. Cuando los suizos Celtic Frost reeditaron su catálogo remasterizado en el 2000 incluyendo Morbid Tales, To Mega Therion, Into the Pandemonium –para mi, el mejor- o Vanity/Nemesis, se dejaron fuera Cold Lake ya que –en palabras de Thomas Gabriel Fischer- ese álbum era un montón de mierda que había que olvidar. Pues bien, como buen friki –o coleccionista visionario, porque ahora este vinilo está más que descatalogado- yo poseo una copia del Cold Lake. Y qué queréis que os diga... tan, tan, tan malo no es.
Lo que ocurrió es que tras el rompedor Into the Pandemonium y por culpa de las diferencias creativas –ese concepto al que las bandas recurren cuando la presión por conseguir un éxito mayor, el choque de egos, el cansancio, el abuso de sustancias y el despilfarro del dinero adelantado por la discográfica hace imposible continuar con la convivencia en el seno de un grupo- Tom G Warrior disolvió Celtic Frost... pocos meses antes de decidir –precipitadamente en mi opinión- reformar la banda de nuevo. Y no sé si fue una equivocación suya, cosa de sus asesores o idea del sello Noise, pero escogió una manera demasiado extremista para hacerlo.
Así, el vocalista y guitarrista Tom G Warrior cambió su nombre a Thomas Gabriel –de hecho, este es su nombre de pila real-, reclutó a su antiguo batería de sesión Stephen Priestly, al bajista Curt Victor Bryant y a Oliver Amberg –que había pasado por Coroner en los inicios de esa banda- a la segunda guitarra... y sacó al mercado este denostado Cold Lake. La imagen era patética, es cierto. ¿Qué pretendían, subirse al carro de las hair bands? En ese aspecto estoy de acuerdo con Fischer, el lanzamiento fue horroroso. Sin embargo el sonido seguía teniendo su inpronta y temas como Petty Obsession, (Once) They were eagles, Cherry orchards o Juices like wine suenan bastante bien para la época. Total, que desde aquí quiero reivindicar una obra injustamente valorada por todo el mundo –incluso por sus creadores, que ya es decir- pero que creo que tiene bastante interés.
A continuación relaciono el song list y os acompaño el clip que la banda rodó para Cherry orchards, un vídeo que avergonzó a los seguidores die hard de los Frost pero que hay que ubicar en su época y que –no se puede negar- les aportó algunos seguidores extra gracias a la MTV.
A
Human (intro)
Seduce me tonight
Petty obsession
(Once) They were eagles
Cherry orchards
Juices like wine
B
Little velvet
Blood on kisses
Downtown Hanoi
Dance sleazyy
Roses with thorns
Feliz fin de semana.
@KingPiltrafilla
Entrada publicada originalmente en FFVinilo.blogspot el 24.08.12
Racer X – Second Heat (1987)
Amigos del vinilo, la mayoría ya sabréis que Racer X es la primera banda del guitarrista Paul Gilbert que en 1986 editaron un álbum homónimo con el cantante Jeff Martin, el bajista John Alderete –ahora en The Mars Volta como Juan Alderete- y el batería Harry Gschoesser en sus filas. Sin embargo no os quiero hablar de esta ópera prima –que también poseo-, sino de su segunda obra –titulada "originalmente" Second Heat-, más completa que la anterior por un puro tema de compenetración al llevar más tiempo juntos pero sobre todo gracias a la llegada a la banda de Bruce Bouillet –segundo guitarrista fanático del shredding al igual que Gilbert, con quien se complementa fantasticamente- y la substitución de Gschoesser por un tal Scott Travis que seguramente os sonará a todos. Si os he de ser sincero, la voz de Martin era lo que menos me gustaba del grupo en aquel momento, pero los temas de Second Heat –sin ser de lo mejorcito de la época- tenían algo que los hacía atractivos para mi gusto, destacando Sunlit nights, Sacrifice, Gone too far o Heart of a lion. Como ampliación, deciros que se trata de otro producto de Shrapnel Records que –como el Project Driver de M.A.R.S.- se grabó en los Prairie Sun de Cotati con Mike Varney y Steve Fontano a la producción, Mike Mani en la programación de sintetizadores y Guy Aitchison como responsable de la portada.
Y aquí finaliza mi breve entrada del segundo album de un grupo de corta historia –al menos en sus comienzos- ya que con sólo dos elepés en el mercado sacaron un directo y se separaron –en teoría se tomaron un respiro como banda- dando la oportunidad a Paul Gilbert para crear Mr.Big con Billy Sheehan y propiciando que –un año más tarde- Scott Travis entrase a formar parte de Judas Priest. Casualmente, uno de los dos temas de este Second Heat que os adjunto es Heart of a Lion, un tema de los Priest descartado por estos que Halford regaló a la banda.
Aquí tenéis el song list completo.
A
Sacrifice
Gone too far
Scarified
Sunlit nights
Hammer away
B
Heart of a lion
Motor man
Moonage daydream
Living the hard way
Lady killer
Y ahora Heart of a lion original...
Feliz viernes.
@KingPiltrafilla
Entrada publicada originalmente en FFVinilo.blogspot el 17.08.12
The Michael Schenker Group - Built to destroy (1983)
Además de Michael en la guitarra y el mencionado Barden, el line up se completaba con Chris Glen al bajo, Ted McKenna en la batería –el primero había estado con Michael desde su debut en solitario y el segundo ya había tocado en el anterior disco- y Andy Nye en los teclados, cantando en un tema Derek St. James que se uniría a la banda en la última parte de la gira del año siguiente. Sin tener el sonido de Assault attack, Built to destroy tiene varios temas encantadores para mi gusto como Rock my nights away, Walk the stage, Time waits (for no one) o Red sky, un tema coescrito por un tal Louis según la wikipedia, aunque en la galleta del vinilo aparece J.Luis, que no es otro que José Luis Campuzano de Barón Rojo, que contribuyó mínimamente en la canción y con quien el guitarrista tuvo un detallazo al darle crédito.
El song list completo es:
A
Rock my nights away
I’m gonna make you mine
The dogs of war
Systems failing
Captain Nemo
B
Still love that little devil
Red sky
Time waits (for no one)
Walk the stage
En definitiva, otro álbum imprescindible en la discografía inconstante del rubio Michael, este dedicado a Bob Adcock –experimentado tour manager que también lo sería de Scorpions- y a Rudi, que no es otro que su hermano Rudolf. Adjunto el clip de una reciente actuación –aunque con Robin McAuley a las voces- tocando el Rock my nights away.
Feliz viernes.
@KingPiltrafilla
Entrada publicada originalmente en FFVinilo.blogspot el 10.08.12
Skull - No bones about it (1991)
Este es un vinilo de los que yo defino como de la órbita Kiss ya que –excepto para los que somos seguidores de la banda de Nueva York, o incluso ni por esas- me parece que no es un álbum demasiado conocido. Evidentemente el momento tampoco era el mejor, pero en mi opinión se trata de una obra de hard rock melódico aceptable que no debió haber pasado tan desapercibida. Skull era un proyecto de cuatro personas, aunque es evidente que estaba comandado por Bob Kulick y Dennis St. James. ¿Y por qué digo lo de la órbita Kiss? pues porque Bob Kulick –además de ser hermano de Bruce Kulick, guitarra oficial de Kiss durante doce años- estuvo a punto de entrar en Kiss, ha tocado –sin crédito, comportamiento habitual de Simmons & Stanley- en diversos álbumes de la banda y fue el guitarrista del elepé en solitario de Paul Stanley en el 78 además de acompañarle en su gira del 89.
Y precisamente en esa misma gira, quien les acompañó al bajo fue St. James, que en Skull también lo tocó en varios temas aunque centró su labor en las voces. La relación no termina ahí, ya que en la batería estaba Bobby Rock, quien formó parte de los Vinnie Vincent Invasion, la banda de otro guitarrista de Kiss. Junto a los tres, la banda se completó con la inclusión al bajo de Kjell Benner –otro reputado músico de sesión y teórico de su instrumento- y dio como resultado este No bones about it del que destacaría Loser’s game, una canción compuesta por los hermanos Kulick y Adam Mitchell, un músico y compositor que –mirad por donde- trabajó en álbumes de Kiss como Creatures of the night o Crazy nights. Lo dicho, pura órbita Kiss. No consta entre mis preferidos, pero tampoco está mal.
El song list:
A
Eyes of a stranger
Breaking the chains
I like my music loud
Loser’s game
B
Living on the edge
Head over heels
Guitar commandos
This side of paradise
King of the night
Feliz viernes.
@KingPiltrafilla
Entrada publicada originalmente en FFVinilo.blogspot el 03.08.12
Hear n’Aid – Stars 12” single (1986)
Por supuesto amigos del vinilo, un metalhead como yo no podía dedicar la entrada del viernes –al menos, no la única- a un elepé como el de antes así que me permitiréis añadir como bonus este EP totalmente eighties que a mi modo de ver es mítico por la cantidad de artistas que colaboraron en él. No recuerdo yo un número tan importante de músicos de hard rock de primera línea apareciendo juntos en una misma obra.
Al parecer todo fue una idea de Campbell, Bain y Dio de cara a conseguir dinero para paliar el hambre en África –algo así como la respuesta heavy al We are the World de Jackson y Richie y el proyecto Live Aid-, pero cuando me encaminé a una tienda de mi barrio a recogerlo –ni lo tenían, tuve que pedirlo antes- la verdad es que no lo hice por los niños del tercer mundo, sino alucinado por el largo solo de guitarra que había oído en la radio. Total, que ahí estaban gran parte de los vocalistas y guitarristas que yo seguía y admiraba en los 80 ¿cómo podía resistirme a pillar este EP? Supongo que muchos de vosotros también lo tendréis entre vuestros tesoros, incluyendo al VHS que se editó, pero por si acaso aquí está el clip de este fantástico tema. Esto sí es nostalgia y no el natsumero.
Ahora sí, feliz viernes.
@KingPiltrafilla
Entrada publicada originalmente en FFVinilo.blogspot el 27.07.12
Varios – Natsumero Kyôen (1970)
¿Sorprendidos, eh?, pues resulta que en 1992, cuando en Barcelona se celebraban los Juegos Olímpicos, este antisocial decidió irse bien lejos y se metió en un viaje organizado por Japón. Me gustó tanto el país que al año siguiente me marché solo, acompañado únicamente por un cartón de Marlboro –sí, entonces fumaba–, un walkman y varias cintas de hard ‘n heavy. La obsesión por el país del sol naciente era tal que me apunté en un curso de japonés impartido por la universidad –estuve dos años con los kanji, el hiragana y el katakana- y me dio por empaparme de cualquier cosa de la cultura japonesa que caía en mis manos. Consumía novelas ambientadas en Japón, comics japoneses, música japonesa... y es ahí en donde el que por entonces era el contable de la empresa me regaló este vinilo titulado Natsumero Kyôen (Banquete natsumero) editado por Columbia Records Japan.
El natsumero es un tipo de canción popular melódica y nostálgica, muy casposa y relacionada actualmente con bodas y banquetes, sobre todo al final, cuando la mayoría de la gente está borracha y le entra el sopor y la lágrima fácil. Las dos estrellas del género que aparecen en este álbum son Misora Hibari y Miyako Harumi –al tipo no le he podido identificar porque en su nombre no aparecen caracteres hiragana-, y la canción que más me gusta del disco –aunque no sirva para hacer los cuernos con los dedos- es Shina no yoru cantada por Miyako. Sin embargo, el clip que os adjunto es de una grabación anterior del mismo tema a cargo de Hamako Watanabe. Veréis como... ejem, os emociona. El resto de temas son infumables. Eso sí, me juego mis comics de Akira a que este vinilo no lo tenéis vosotros.
Feliz viernes.
@KingPiltrafilla
Entrada publicada originalmente en FFVinilo.blogspot el 27.07.12
Kane Roberts – Kane Roberts (1987)
Reemprendo mis colaboraciones en este espacio con otro de los vinilos de mi colección, el buscadísimo –está descatalogado y no aparece ni en la página del mismísimo artista- debut homónimo de Kane Roberts, quien había sido guitarrista de Alice Cooper en los años de Constrictor y Raise your fist and yell. Fue precisamente después de la gira de este último álbum cuando este musculoso guitarrista y compositor editó su primera obra en solitario ocupándose también de las voces con –debo decir- buena nota. Así pues, en esta sorprendente mezcla de AOR, hard rock, guitarrazos potentes, coros melodiosos y una imagen que ríete tú de Rambo en Afganistán, tenemos al mencionado Kane tocando las seis cuerdas, los teclados y cantando junto a un par de tipos –Steve Steele al bajo y Victor Ruzzo a la batería- que sin ser nada del otro mundo, parecía que se habían tragado un cargamento de globos y cumplían el propósito de acompañar en lo que a imagen se refiere al frontman del combo convirtiendo a la banda de Kane en algo así como Three amigos in steroids.
Total, que aquí os dejo el song list de este álbum producido y mezclado por Michael Wagener, lo que se nota a la legua en cuanto al resultado –a poco que uno sea habitual oyente de los elepés en los que ha metido sus geniales dedos este tipo se reconoce en seguida su toque- y resta algo de personalidad a la obra, un álbum de puro eighties melodic metal que sin embargo no deja de ser muy recomendable en mi opinión.
Finalizo la entrada con uno de los temas –junto a If this is heaven y Tears of fire- que más me gustan de todo el disco, Triple X.
A
Rock Doll
Women on the edge of love
Triple X
Gorilla
Outlaw
If this is heaven
B
Out for blood
Full pull
Too much (for anyone to touch)
Tears of fire
A strong arm needs a stronger heart
Feliz fin de semana.
@KingPiltrafilla
Entrada publicada originalmente en FFVinilo.blogspot el 19.07.12
jueves, 30 de agosto de 2012
ffvinilo.blogspot.com
Y ya os anuncio que –tal como hice el mes pasado- mañana dedicaré gran parte de las entradas del día a mis recientes reseñas en el blog ffvinilo.blogspot.com con varios de mis vinilos como protagonistas. Hasta entonces, que paséis una buena noche.
Johannes Wessmark
Nos visita hoy jueves Johannes Wessmark, un pintor sueco autodidacta, autor de unas bonitas obras híperrealistas para las que emplea acuarelas, lápices de colores –su material preferido- y aerógrafo.
miércoles, 29 de agosto de 2012
Aperol Spritz
- 3 partes de cava, prosecco o vino blanco
- 2 partes de Aperol
- Un toque de soda
- Hielo y una rodaja de naranja
Urlaub in Wien 19
Y despido –ahora sí- mi serie Urlaub in Wien iniciando la Part XIX con algunas instantáneas a lo death metal de la Kaisergruft en la Kapuzinerkirche –la cripta imperial en la que descansan los restos de la emperatriz Sissí entre más de cien Habsburgo- y finalizándola con un apartado alcohólico.
Durante mi estancia en la capital austriaca, a nivel gastronómico –además de pizza, pasta, comida mexicana, sandwiches de supermercado, hotdogs y las ricas ensaladas y bocadillos de hering de la cadena Nordsee -¿para cuando su llegada a nuestro país?- también dejé espacio en mi estómago para platos autóctonos como la Frittatensuppe, el Rindgulasch o la típica Wiener Schnitzel así como productos de repostería como el Apfelstrudel, las Palatschinken, los Profiterole, la empalagosa y dulce Linzertorte o la inevitable Sachertorte.
Pero lo que he querido documentar en imágenes es lo que bebí.
Amiguitos, si alguna vez visitáis Viena tenéis que saber que si pedís una bier no os preguntarán nada y os servirán directamente una jarra de medio litro, que es una medida más que correcta y que ya sea de tirador, botella o lata, debéis exigir siempre. Pues bien –además de un par de latas de Gösser y unas foráneas XX Lager y Heineken- disfruté de un par de Ottakringer, varias refrescantes Zipfer y una buenísima Wieselburger. Para terminar, la última tarde me senté en un café del Graben y me tomé un Aperol Spritz bien fresquito con lo que puse la guinda –y la nota chic- a casi una semana en la que la lluvia, el frío y los nubarrones se alternaron –casi siempre en un mismo día- con momentos de calor, cielo azul y un sol radiante.
Así debe ser Viena.
Gilles Larrain
A punto de finalizar el mes, os presento hoy al fotógrafo francés Gilles Larrain –nació en 1938 en Indochina, que era colonia francesa-, hijo de un pintor y diplomático chileno y de una pintora y pianista francovietnamita. Vamos, que lo de ser artista lo llevaba en los genes. Educado en Nueva Yok y París –en donde estudió arquitectura-, en los años 70 volcó todas sus energías en la fotografía. Trabajando en el mundo de la moda y como retratista de celebridades, en los años 80 este enamorado de la música y la danza recaló en nuestro país, quedando fascinado por la cultura flamenca. Gilles también es autor de un buen número de libros dedicados a los temas que han marcado su obra, como el desnudo artístico o los que os he mencionado antes.