Clásico

Hoy a las 22:00 horas se paralizará un país. En numerosas ocasiones he sido crítico con el fútbol y la –en mi opinión- exacerbada atención que se le dedica desde los medios informativos, capaces de abrir ediciones con las palabras de un entrenador y relegar a un segundo plano noticias económicas o sobre la desesperación humana. Sin embargo os soy sincero si os digo que comienzo a dudar si es inteligente que la población se aborregue ante acontecimientos de este tipo cuando la sociedad tiene problemas mucho más importantes... o precisamente por ello, es una suerte que exista esta pomada, este bálsamo universal que permite a personas con preocupaciones bastante más acuciantes que los goles que marque su equipo el perder de vista por unos minutos su angustia y dedicarse a centrar sus anhelos en lo que hagan unos señores vestidos de corto corriendo por un campo de césped. Creedme que no lo tengo claro del todo, pero debo confesaros que –sin ser un apasionado de este deporte, de hecho no lo soy de ninguno- esta noche estaré ante el televisor como muchos millones de españolitos -y espectadores de todo el mundo- hasta que el partido me aburra, algo que espero que no pase y dé por bien empleado mi tiempo.