Amiguitos, no hace mucho –mirando con una sonrisa en la boca uno de esos programas de Top Gear que Cuatro emite por las mañanas- descubrí una marca de la que –sinceramente- no tenía ni idea. Me refiero a Mitsuoka, un carrocero japonés que construye réplicas inexactas –quizás lo hace para otorgar identidad a sus creaciones- de marcas británicas clásicas con motorizaciones Toyota, Honda o Nissan. En el citado programa, el periodista James May presentaba al Orochi –un deportivo de líneas... sorprendentes- pero sobre todo enjuiciaba al volante de un Galue la política de la marca. Según él, lo bueno de Mitsuoka era que fabricaban coches que eran burdas copias, pero sin otro objetivo que el de manifestar precisamente eso, que sus automóviles eran simples clones. Porque hay quien se compra deportivos en los que la línea impactante esconde una mecánica pobre o pretendidas berlinas lujosas de bajo precio y acabados infames con ganas de figurar. Son conductores que quieren aparentar lo que no son, vulgares wannabe que en un coche sólo ven la imagen que proyectan. Pobres palurdos. En cambio, los compradores de un Mitsuoka parece que se rían de su condición. Sí piltrafillas –parecen pensar-, "tengo un Mitsuoka que copia burdamente a un Rolls-Royce, y lo sé, sólo es un Mitsuoka, pero me la pela". En fin, que para los que no conocíais esta marca –como yo-, aquí tenéis a unos cuantos ejemplos. Y no, ni por asomo son MG, Jaguar ni Bentley ni nada que se le parezca. Bueno, un poco sí que se parecen.
Se ha preguntado Vd. ¿Por qué cojones la mayoría no puede tener ese bolso de Chanel?
ResponderEliminar¿La pasta? Seguro que si, que fue lo primero en acudir a su mente.
La copia, nos iguala, es antecesora a la muerte…
¿Quizás por eso joda tanto?
Me rio de esas gafas de marca falsa con la que me regalan una pléyade de insomnes viajeros de metro.
Salu2
Pd: Me jode que me copien