Piltrafillas, el siguiente día en Londres del que os hablaré amaneció soleado –aunque en mi estancia allí descubrí que el tiempo en la capital británica se caracteriza con la expresión sunshine and showers- y me dio por seguir mi vena mitómana y buscar la casa de Brook Street en la que vivió Jimi Hendrix y que está justo al lado de la que fue última morada de Händel. Completan esta serie London days Part XIII unas instantáneas de Oxford Street y alrededores, así como de la parte trasera de una furgoneta de venta ambulante de helados estacionada en los jardines del British Museum y del detalle de una fuente que marcará el inicio de la visita a la City. Pero de eso os hablaré más adelante.
Me encata el culo de la tercera imagen, bueno, y una más, pero esta me la guardo...
ResponderEliminarPues efectivamente caballero, veo que o que coincidimos en algo o me empieza a conocer. Mi objetivo al tomar la tercera fotografía eran precisamente las nalgas reflejadas en el cristal.
ResponderEliminarEn cuanto a la que le gusta pero no dice cual es... usted sabrá el porqué se calla. Yo estoy especialmente contento -mire que tontería- de la del reflejo en el charco.
Estoy preocupado, porque estamos empezando a coincidir en algo. Mala señal! La del charco era preciamente la que me habia guardado, literalmente, para mi selección de sus inacabables vacaciones.
ResponderEliminar¡Ja!, ¡el que está preocupado soy yo, usted no es humano!
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