No hace mucho, cuando diseñaba la parte gráfica de una entrada dedicada al accidente que casi le cuesta la vida al torero José Ortega Cano –de hecho pronosticaba su fallecimiento sin demasiado acierto- caí en la cuenta de que aquella idea me brindaba la oportunidad de hablaros de un coche relacionado con el mundo de los toros, el Lamborghini Islero. Este bonito deportivo que tomaba su nombre del astado que corneó a Manolete y que tenía diseño de Carrozzeria Marazzi, se presentó en el Salón de Ginebra de 1968 y supuso el reemplazo del 400 GT. Quizás son cosas mías piltrafillas, pero aunque hoy en día se diseñan deportivos maravillosos, creo que la elegancia de las líneas de los clásicos modelos de los 60 y los 70 no se ha vuelto a repetir.
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