Rosario Tijeras

Mi primera reseña de hoy la dedico a la colombiana Rosario Tijeras, cinta ambientada en el mundo de los sicarios que llegó a estar nominada a un Goya y cuenta con la participación del vasco Unax Ugalde en el papel de Antonio. Precisamente con él comienza la historia, cuando se presenta en un hospital con el cuerpo ensangrentado y cosido a balazos de su amada Rosario. Mediante contínuos flashbacks se nos contará entonces la historia de la joven junto a la de Antonio y Emilio, dos amigos de clase media de Medellín. El uno es un tipo normal, sin pareja estable y el otro es el típico guaperas devorador de hembras a las que usa a su antojo antes de cambiarlas por otras. Una noche ambos conocen a Rosario, una sensual asesina que con el telón de fondo de la violencia del mundo del narcotráfico intentará alejar a la muerte de su vida mientras divide su amor entre el galán Emilio y el comprensivo Antonio –uno amante y el otro fiel confidente-, ambos enamorados de ella.

Amiguitos, recuerdo haber oído hablar de esta cinta hace años, pero nunca me había acordado más de ella hasta hace unos días, cuando decidí que quizás era buena idea darle una oportunidad. A priori, el tema de la película parecía atractivo y la crítica no la dejaba mal del todo por lo que era una firme candidata para protagonizar una de mis entradas dominicales. Así pues, si debo daros mi opinión sobre esta Rosario Tijeras -la historia llena de muerte, sexo y cocaína de una mujer violada en su infancia que se convierte en sicaria después de ser vendida por su propio hermano al capo de una banda de narcos-, os diré que no me arrepiento de haberla visto. El guión –algo caótico en su exposición- es correcto, la fotografía me ha gustado, el retrato de ese submundo pseudo-religioso de balas y estampitas de santos me ha parecido realista, las interpretaciones de todos los protagonistas son creíbles y la emocionante música original es del genial Roque Baños. Así pues, el veredicto es positivo. Eso sí, sin duda, Flora Martínez en su papel de Rosario, dueña de un desparpajo e insolencia pareja a su sensualidad y fortaleza exterior, es lo mejor de esta película que en sus casi dos horas de metraje pierde fuelle en algunos momentos pero en general resulta muy atractiva. Recomendada para los amantes de crudas historias de amor en ambientes violentos a los que les parecen poco serias las comerciales, palomiteras, melifluas y edulcoradas aproximaciones al tema que se hacen en Hollywood.