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En el blog de Charlie Günner descubro esta inquietante página –pulsad sobre la imagen para enlazar- y me entero de la oleada de discusiones que se están generando por internet. En el fondo asumo que finalmente se tratará de alguna operación de márketing de Audi, Oreo, Pepsi o Durex –yo voto por Apple-, un ejercicio inteligente de captación de la atención de los internautas al que sin duda regalo mi aplauso, pero lo que de verdad me alucina es la de estudios, reflexiones, investigaciones sesudas y teorías peregrinas que se pueden encontrar por ahí, desde las que hablan del suicidio asistido de una niña enferma –su nombre es Bell- hasta los que opinan que se trata de algo relacionado con un lanzamiento literario o musical, pasando por los que directamente expresan que el tema les importa una mierda. Mi primera reacción ha sido precisamente esa, es decir, pasar de la foto esta de marras. Sin embargo he caído en el juego. Así que, aquí estoy, involuntario divulgador del virus.