domingo, 16 de enero de 2011

Mil gritos tiene la noche







Piltrafillas, el pasado 8 de Enero falleció Juan Piquer Simón, uno de los grandes desconocidos del cine español para el público en general, un realizador valenciano que quizás no será recordado por la calidad de sus obras pero que consiguió cierto renombre allende nuestras fronteras al trabajar en producciones rodadas en el extranjero con estrellas internacionales y recibió el reconocimiento de sus compañeros de profesión al obtener sendos Goya a los mejores efectos especiales por dos de sus cintas, Slugs y La Grieta. La que os presento hoy para iniciar mis entradas cinematográficas del domingo es la mítica Mil gritos tiene la noche, todo un clásico amiguitos, un notable exponente del gore hispano rodado en los Estados Unidos, país en el que logró un aceptable éxito de público. Y la verdad es que se entiende. La historia se inicia a principios de los años 40, cuando un niño es descubierto por su histérica madre mientras está resolviendo un puzzle que representa la foto de una mujer desnuda. La mujer entra en cólera y le da por insultar al crío y darle unas collejas mientras le amenaza con quemar todos sus juguetes. Pero el puñetero niño –carne de trauma infantil- acaba matando a su madre a hachazos. Es entonces cuando la cinta hace un salto de cuarenta años y nos sitúa en una universidad en la que un tipo le corta la cabeza a una estudiante ayudado de la sierra eléctrica del jardinero. La policía habla con el decano y este le pide al profesor de anatomía que colabore con las autoridades para esclarecer lo ocurrido.




Con ese punto de partida se nos ubica en un escenario cerrado –el campus universitario- en el que ya sabemos que las muertes se van a suceder sin remedio. Así, para que andemos perdidos, mientras comienza la investigación, el realizador nos va dando pequeñas pistas que –sin embargo- no son más que callejones sin salida. El profesor habla de un antiguo alumno de la facultad que le regaló la calavera de una joven de dieciséis años, él mismo actúa de una manera que parece sospechosa al poner sus manos sobre el arma homicida, el estudiante que aparece en un papel protagonista ha estado en paradero desconocido un tiempo –lo que es sospechoso aunque evidentemente no tiene la edad que se supone que tiene el asesino-, el jardinero tiene apariencia de psicópata... total, todo ello no es más que humo para confundir al espectador. ¿Quién de todos ellos puede ser realmente el criminal?. En esas se produce un nuevo asesinato y entonces la policía decide infiltrar en la universidad a una agente encubierta. Piltrafillas, Mil gritos tiene la noche es una película distraída, una más que aceptable muestra del género slasher con aspecto de giallo, llena de escenas gore de alto voltaje y chicas que enseñan sus tetas alegremente por exigencias del guión, y no os miento cuando os digo que es una de las mejores que han pasado por este espacio en el marco del gore de serie B. Recomendada del todo a pesar de la última escena, que –en mi modesta y seguro que poco autorizada opinión- casi echa a perder la película entera. Ya me contaréis.

4 comentarios:

  1. Uff!
    No he podido leerte.
    Aun soy muy tierno...
    jajajajaja
    :)

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  2. Pues aún recuerdo cuando la alquilé en el videoclub... Aún tenía el Betamax. Gran película, aunque Slugs también me parece distraída...

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