Inicio mis acostumbradas reseñas con Teniente Corrupto, la historia de Terence McDonagh, policía de homicidios en Nueva Orleans, quien a causa de una mala caída cuando intentaba salvar a un delincuente de morir ahogado, se da un golpe en la espalda. Seis meses más tarde, ascendido a teniente, con una novia prostituta y con una lesión crónica en la columna que le causa dolores y le ha vuelto adicto a los calmantes y la cocaína, se ocupa del asesinato de una familia de origen senegalés cuyo padre se dedicaba al tráfico de heroína. Conforme avanza la investigación seremos testigos de la degradación de Terence –cada vez más enganchado a diversas sustancias estupefacientes-, quien no duda en sacar droga del depósito de pruebas, aceptar sobornos y robar a sus detenidos. Por si eso fuera poco, el teniente tiene acuciantes deudas de juego.
Amiguitos, en esta Teniente Corrupto he asistido a una de las interpretaciones más desmesuradas de Nicolas Cage que recuerdo. Y es que en lugar de teniente corrupto, lo que este tipo parece es un teniente pringao. Histriónico y caricaturesco, el teniente McDonagh camina con un hombro más alto que el otro, con cara de pasmado o enloquecido según el caso y con un enorme pistolón metido en el cinto a la altura de la entrepierna mientras deambula por la vida en una lucha continua por hacer su trabajo, pagar sus deudas y conseguir su dosis diaria. No entraré en valoraciones en relación a la versión original del 92. Recuerdo vagamente haber visto hace años por televisión la de Abel Ferrara con un Harvey Keitel que daba miedo, pero lo cierto es que no me acuerdo suficiente de ella como para hacer comparaciones. A mi, esta revisión o reinterpretación –como queráis llamarle- de Herzog me ha parecido muy distraída. Hasta Cage me ha gustado en la exagerada interpretación del personaje, y además la coprotagoniza Eva Mendes así que... os la recomiendo incluso si tenéis presente la original.
Amiguitos, en esta Teniente Corrupto he asistido a una de las interpretaciones más desmesuradas de Nicolas Cage que recuerdo. Y es que en lugar de teniente corrupto, lo que este tipo parece es un teniente pringao. Histriónico y caricaturesco, el teniente McDonagh camina con un hombro más alto que el otro, con cara de pasmado o enloquecido según el caso y con un enorme pistolón metido en el cinto a la altura de la entrepierna mientras deambula por la vida en una lucha continua por hacer su trabajo, pagar sus deudas y conseguir su dosis diaria. No entraré en valoraciones en relación a la versión original del 92. Recuerdo vagamente haber visto hace años por televisión la de Abel Ferrara con un Harvey Keitel que daba miedo, pero lo cierto es que no me acuerdo suficiente de ella como para hacer comparaciones. A mi, esta revisión o reinterpretación –como queráis llamarle- de Herzog me ha parecido muy distraída. Hasta Cage me ha gustado en la exagerada interpretación del personaje, y además la coprotagoniza Eva Mendes así que... os la recomiendo incluso si tenéis presente la original.
Cuando la visione, le cuento.
ResponderEliminarPor cierto, he visto una del tipo Willis: "los suplentes" y no encuentro en su blog la critica
Pues busque usted mejor.
ResponderEliminarhttp://kingpiltrafilla.blogspot.com/2010/02/una-de-las-peliculas-que-tenia.html
Lo sabia.
ResponderEliminarPero va a ser cierto lo que decia la señora de que el buscador no busca nada...
Ya, ya lo sé. Digamos que no lo encuentra todo, pero algo sí que busca. En fin, que si usted quiere saber si he hablado de tal o cual artista, me lo pregunta directamente.
ResponderEliminarok!
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