La segunda película del hoy es El Topo, de Alejandro Jodorowsky, una obra que con los años se ha convertido en una cinta de culto y que –aún deseando hacerlo desde hacía tiempo- nunca encontraba el momento para verla. Pero amiguitos, este fin de semana ha sido el indicado para afrontar la visión de esta película llena de escenas impactantes –tanto en imagen como en los efectos de sonido-, misteriosas, surreales, violentas, rebosantes de simbolismos y –en mi opinión- de gran belleza. La historia se inicia en el desierto, con el Topo, un jinete vestido de negro –pistolero rápido y certero- y un niño que acaba de cumplir 7 años. Tras llevar a cabo un sencillo ritual, la pareja llega a un poblado en el que animales y personas han sido asesinados. Allí, el niño tendrá ocasión de matar –por compasión- a su primer ser humano. Más tarde se encuentran con tres forajidos que retarán al hombre de negro a un duelo, pero este los matará a los tres no sin antes sacarle al último de ellos el nombre de aquel que ha causado la matanza de campesinos, el Coronel, quien se oculta en una misión franciscana. Una vez allí, el pistolero hará justicia, se llevará con él a una joven y dejará al niño a cargo de los monjes emáncipándole de su tutela.
En fin piltrafillas, puedo contaros también que la mujer que le acompaña le pide al Topo que para que ella le ame debe encontrar a los cuatro maestros del revólver y matarlos, que él mismo acabará al borde de la muerte, que será salvado por un grupo de minusválidos deformes... en fin, puedo contaros la historia entera y con ello no lograré que la entendáis –yo la he visto y no he comprendido nada del mensaje oculto- ni tendréis la oportunidad de disfrutar de una película extraña a la par que estéticamente cautivadora. Si ya me gustó Santa Sangre, con El Topo he vuelto a caer rendido ante la extraordinaria creatividad de Jodorowsky. Recomendada sin paliativos a todo piltrafilla friki que lea estas líneas.
En fin piltrafillas, puedo contaros también que la mujer que le acompaña le pide al Topo que para que ella le ame debe encontrar a los cuatro maestros del revólver y matarlos, que él mismo acabará al borde de la muerte, que será salvado por un grupo de minusválidos deformes... en fin, puedo contaros la historia entera y con ello no lograré que la entendáis –yo la he visto y no he comprendido nada del mensaje oculto- ni tendréis la oportunidad de disfrutar de una película extraña a la par que estéticamente cautivadora. Si ya me gustó Santa Sangre, con El Topo he vuelto a caer rendido ante la extraordinaria creatividad de Jodorowsky. Recomendada sin paliativos a todo piltrafilla friki que lea estas líneas.
Jdr! es la primera vez que sé de su existencia.
ResponderEliminarA ver si la pillo
¿De El Topo o de Jodorowsky?
ResponderEliminardel topo
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