La segunda película de la que os hablaré –y que disfruté mientras me tomaba una generosa copa de suave ron colombiano añejo- comienza con dos hombres que arrastran a una chica semidesnuda que no para de gritar y gimotear asustada hasta una reducida habitación en la que –en sus palabras- no oirá más ruidos que los que ella misma haga. Luego vemos como tres chicas que viajan en un Cadillac por la noche son atacadas por unos desconocidos armados que las obligan a desnudarse antes de secuestrarlas. Amiguitos, así comienza The Abductors, una cinta de 1971 protagonizada por Cheri Caffaro quien lleva a la pantalla por segunda vez su famoso personaje de Ginger McAlister, una agente privada de lo más sexy.
En The Abductors seremos testigos de como Ginger desbarata valientemente los planes de una organización que se dedica a secuestrar adolescentes para venderlas como esclavas sexuales a ricos hombres de negocios. Para ello no dudará en utilizar el arma más peligrosa que posee, que –como habréis adivinado- no es otra que su cuerpo y una voluntariosa predisposición a exhibirlo que los espectadores agradecemos. En fin piltrafillas, cuerpos desnudos, un poquito de bondage, escenas softcore, algunos disparos, nula calidad interpretativa... puro sexploitation de los 70 de la peor calaña distraído y palomitero. ¿Cómo iba a dejar de recomendárosla?
En The Abductors seremos testigos de como Ginger desbarata valientemente los planes de una organización que se dedica a secuestrar adolescentes para venderlas como esclavas sexuales a ricos hombres de negocios. Para ello no dudará en utilizar el arma más peligrosa que posee, que –como habréis adivinado- no es otra que su cuerpo y una voluntariosa predisposición a exhibirlo que los espectadores agradecemos. En fin piltrafillas, cuerpos desnudos, un poquito de bondage, escenas softcore, algunos disparos, nula calidad interpretativa... puro sexploitation de los 70 de la peor calaña distraído y palomitero. ¿Cómo iba a dejar de recomendárosla?
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