Acabo el sábado –y casi la serie Deutschland- con la decimocuarta tanda de fotografías que de mi corta estancia en Alemania os he ofrecido durante estos dos últimos meses. Hoy la inicio con unas imágenes correspondientes al tipo de establecimientos que abundan en Sankt Pauli -justo tras el hotel en el que me alojé con mi familia- y una de las montañas rusas de la ya mencionada Hamburger Dom. Completan la serie unas instantáneas tomadas en Hilden –la población en la que reside mi hermana y en donde pasamos unos días descansando de las caminatas dadas por Berlín y Hamburgo- y un autorretrato del King Piltrafilla –véase el parachoques del Audi de alquiler-, ni más ni menos que la imagen que pone el punto final a esta especie de largo –y para algunos tedioso- publirreportaje con el que os he dado la barrila de manera inmisericorde. Espero que me lo sepáis perdonar.
Pues después de su reportaje me han entrado unas ganitas de ir a Berlín, quizá el verano que viene...
ResponderEliminarEse conejito estaba posando para usté?? jiji
Como lo oye. Estaba paseando por Hilden pensando en que mis vacaciones tocaba a su fin cuando escuché un ruidito y ahí estaba él, un conejito de Pascua posando para mi. Evientemente no perdí el tiempo.
ResponderEliminarAh, oiga, no se lo diga a nadie pero algo me dice que -oh, horror- mi reportaje fotográfico sobre Berlín, Hamburgo y Hilden aún no ha finalizado oficialmente.
Dios!! ya no me quedan más cumplidos!!!
ResponderEliminarBueno, pues nada, escriba que son una mierda. Como dijo aquel, el caso es que hablen de uno, aunque sea mal.
ResponderEliminarUn auto autoretrato...
ResponderEliminarHostis!
una foto del + grande...
Así es..., de un AUDI.
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