viernes, 13 de agosto de 2010

Marcos





Amiguitos, a principios de la semana pasada, me encontré aparcado en una calle de Hilden –al lado de Düsseldorf- un precioso deportivo de color gris que me sorprendió. La razón es que al disponerme a identificar el modelo me encontré con que el coche que estaba mirando era un Marcos. ¿Un Marcos?, ignorante de mi pensé que se trataba de un carrocero –nunca había oído hablar de él- de indudable origen latino a tenor del nombre de la marca. Pero piltrafillas, no era así. Resulta que Marcos es el resultado de unir las tres primeras letras de los apellidos de Jem Marsh y Frank Costin, los fundadores de esta firma británica que el año pasado hubiese cumplido ni más ni menos que 50 años, de no ser porque –tras pasar por diversas bancarrotas y cambios de propietario a lo largo de su historia- dejó de existir no hace mucho.

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