Pues no amiguitos, aunque hoy sea el día indicado, no pienso escribir ni sobre el casi millón y medio de personas que ayer se manifestaron en Barcelona por la independencia de Catalunya ni sobre el partido de fútbol que esta noche se espera que paralice el país, dos temas que aunque quizás no lo parece están relacionados y sobre los que sólo cabe hacerse preguntas íntimamente ya que toda discusión sobre ellos tinde a transformarse rápidamente en un diálogo para besugos o -peor aún- encendidas peleas en las que el corazón obnubila la razón. Eso sí, si alguno de vosotros quiere hacer algún comentario aquí tiene una tribuna.
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