domingo, 6 de junio de 2010

4bia (Phobia)





Piltrafillas, se inicia el acostumbrado espacio de cine de este blog con 4bia (Phobia), una interesante película tailandesa que juega con la similitud fonética entre pho y four para construir su título ya que en realidad se trata de cuatro historias, eso sí, sin relación argumental entre ellas.
La primera pieza del cuadro es Loneliness, la historia de una chica solitaria confinada en su apartamento con la pierna enyesada que recibe un mensaje de móvil de alguien que dice quererla conocer para ser su amigo. Al principio ella no hace demasiado caso, pero más tarde, quizás acuciada por la soledad y el tedio que la atormentan, le devuelve el mensaje. Así, de esta forma banal e inocente iniciará una relación que en su primera fase será de lo más naif y le proporcionará alegría, compañía y una vía de escape del aburrimiento –sin obviar cierta dependencia emocional- pero que conforme avance se convertirá en un irreal cuento de fantasmas que desembocará en un final trágico. Visualmente atractiva y colorida, contando con que apenas se ve el exterior del apartamento en tres o cuatro ocasiones y centrada en las expresiones faciales y corporales de su protagonista, que sabe transmitir muy bien sus emociones. Buen comienzo.





Le sigue Deadly Charm, un relato de estética vídeoclip rodado con fotografía de tonos terrosos –e inclusión de efectos digitales de calidad mediocre, la verdad- cuyo argumento nos cuenta la historia de la venganza que lleva a cabo un pobre pardillo víctima de bullying y salvajes palizas por parte de unos desalmados bravucones de su escuela. No está mal amiguitos, y tiene un final gore impactante, aunque predecible en exceso.




La tercera pieza de 4bia es la que lleva por título The Middle Man, que se inicia con cuatro amigos en una noche de acampada, contándose típicas historias de fantasmas, espectros de bellas mujeres y hablando sobre la conveniencia de no dormir a la intemperie en bosques pretendidamente encantados. A la mañana siguiente tienen un percance haciendo rafting y uno de ellos desaparece. Sus amigos –aunque intentan tranquilizarse pensando que está sano y salvo en algún lugar río abajo y que no tardará en aparecer- no pueden dejar de acordarse de las historias de fantasmas que se contaron la noche anterior. Piltrafillas, esta pieza es la que menos me ha gustado, ya que al parecer se basa en referencias a conocidas cintas del cine de terror tailandés que si uno no ha visto hacen que se pierda bastante idea del mensaje que se quiere transmitir. Además tampoco creo que el realizador haya sabido mantener un nivel correcto de tensión y ni la fotografía ni la interpretación de los cuatro protagonistas llaman la atención.


Y así llegamos al cuarto episodio. Lo que tiene de positiva la pequeña decepción de la pieza anterior es que nos hace parecer aún mejor la última parte de la cinta. Bajo el título de Flight 224 –en el estreno internacional se llamó Last Flight- encontramos la típica historia de fantasmas y venganza, sencilla pero efectiva que dejará con muy buen sabor de boca a los frikis que disfrutéis de este tipo de cine. La historia que se nos cuenta es la de una azafata que tiene que acompañar hasta Phuket a la princesa de Virnistan. Pim es una de las requeridas para ese vuelo, ya que los príncipes –quienes ya utilizaron la aerolínia en su luna de miel- han solicitado que vuele el mismo pasaje. Pero cuando nos enteramos de que los rumores acusan al príncipe de que en Phuket se dedicó a otras distracciones cuando viajó con la princesa y vemos que esta porta un anillo idéntico al que lleva la azafata, no es difícil imaginar por donde van a ir los tiros y que el vuelo va a ser de todo menos apacible. Ya os he dicho que no se trata de un argumento excesivamente original, pero lo cierto es que está bien rodado. De alguna manera, es la pieza perfecta para cerrar el círculo.




En resumen piltrafillas, que 4bia es en su conjunto –en mi humilde opinión- una obra poco homogénea en la que se unen momentos de fotografía preciosa con otros en los que destaca el argumento y escenas en las que por encima de concesiones estéticas u originalidad llama la atención la interpretación de la actriz de turno. Aunque las críticas que había podido leer de la película la dejaban a un nivel alto, lo cierto es que creo que –siendo en general una cinta amena e interesante bastante recomendable para los amantes del género- tampoco diría yo que se trate de un hito del cine asiático de terror a recordar por futuras generaciones. En fin amiguitos, palomitera de nivel aceptable (eso sí, yo me saltaría el tercer episodio).

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