Piltrafillas, la primera y única cinta que he visto este fin de semana ha sido Los mundos de Coraline, una película de animación que sin duda ya os califico de pequeña –o no tanto- obra de arte, en la que el realizador Henry Selick –autor de otra impresionante muestra de talento como fue Pesadilla antes de Navidad- lleva a la pantalla un relato de Neil Gaiman, escritor británico al que algunos ya conocíamos en su faceta de guionista de comics. Se trata de una historia rodada por Selick con indudable talento y regusto a universos Burtonianos –Burton y él estudiaron juntos y crearon al alimón la mencionada Pesadilla- y, evidentemente, Carrollianos.
Los mundos de Coraline cuentan la aventura de Coraline Jones, hija única de unos padres demasiado ocupados como para prestarle atención, al entrar en una realidad paralela mucho más colorida, divertida y agradable que la que vive a diario. Sin embargo, la felicidad tiene un precio y cuando su madre alternativa –un ser maléfico que se alimenta de las almas de los niños- pretende que Coraline se quede a vivir en su universo, un universo en el que nada es lo que parece y a las criaturas que allí caen se les deben sustituir los ojos por botones, la niña tendrá que ingeniárselas para escapar de ese lugar oscuro y maldito. Amiguitos, se trata de todo un espectáculo visual, una obra maravillosa y siniestra con un diseño de escenarios y personajes muy acertado –sin olvidar la música, encantadora- que os harán abrir los ojos admirados, sonreír a ratos y pasar un rato agradable y distraído. Muy recomendada.
Los mundos de Coraline cuentan la aventura de Coraline Jones, hija única de unos padres demasiado ocupados como para prestarle atención, al entrar en una realidad paralela mucho más colorida, divertida y agradable que la que vive a diario. Sin embargo, la felicidad tiene un precio y cuando su madre alternativa –un ser maléfico que se alimenta de las almas de los niños- pretende que Coraline se quede a vivir en su universo, un universo en el que nada es lo que parece y a las criaturas que allí caen se les deben sustituir los ojos por botones, la niña tendrá que ingeniárselas para escapar de ese lugar oscuro y maldito. Amiguitos, se trata de todo un espectáculo visual, una obra maravillosa y siniestra con un diseño de escenarios y personajes muy acertado –sin olvidar la música, encantadora- que os harán abrir los ojos admirados, sonreír a ratos y pasar un rato agradable y distraído. Muy recomendada.
Aún no la he visto...y no por falta de ganas!
ResponderEliminarahora con más motivo!
Pues siendo usted habitual consumidora/degustadora de obras de animación creo que no le defraudará. Mi próxima peli de dibujos va a ser Número 9. Así que ya sabe, en el blog del King, Número 9, coming soon.
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