Bueno piltrafillas, ya estoy aquí una semana más con mis acostumbradas críticas cinematográficas, reseñas –la mayoría de ellas- de producciones frikis o bizarras a las que muchos de vosotros no echaréis una ojeada en la vida pero que –quiero pensar- a otros os llamarán la atención suficientemente como para decidiros a verlas. La primera cinta de la que os hablaré, la que inauguró este fin de semana, es la norteamericana Bitch Slap, una película de serie B heredera de las realizaciones de Russ Meyer y otros ejemplos de exploitation de los 70. Es como si hubiésemos puesto en una coctelera los subgéneros más estereotipados de aquella época –explosiones, erotismo, policías tontos, agentes secretos, el desierto, monjas, mujeres en prisión...- para conseguir este batido tan distraído perpetrado por Rick Jacobson, conocido realizador de series de televisión como Xena, Baywatch o Nikita.
Amiguitos, Bitch Slap es una cinta bien hecha técnicamente aunque –creo que de manera deliberada- con efectos digitales tan básicos que hasta un miope sin gafas los encontraría patéticos, una historia de engaños, traiciones y relaciones lésbicas que comienza por el final, regresa al presente y nos va dando las claves de lo que ocurre con contínuos flashbacks. En resumen, que Bitch Slap es una más que recomendable cinta palomitera –siempre que no os la toméis en serio, ella es la primera en no hacerlo lo que es de remarcar- para disfrutar con amigotes y gintonics. El argumento –con varios giros finales simpáticos aunque previsibles- nos cuenta la historia de Trixie, Hel y Camero, tres bollycaos de imponente silueta, tetas grandes y carácter fuerte –en particular Camero, una especie de putón psicópata- más que inspiradas en Faster pussycat kill! Kill!, quienes han intentado robar a un mafioso llamado Gage. En su búsqueda del botín llegan hasta un punto indeterminado del desierto, en donde le torturan y acaban matando antes de que les pueda decir en donde se encuentra el dinero. Pero resulta que Gage era un sicario de Pinky, temible traficante de armas y drogas, asesino y mercader del sexo al que nadie ha visto nunca la cara. En definitiva, la han cagado. Y vosotros también lo haréis si dejáis perder esta oportunidad.
Amiguitos, Bitch Slap es una cinta bien hecha técnicamente aunque –creo que de manera deliberada- con efectos digitales tan básicos que hasta un miope sin gafas los encontraría patéticos, una historia de engaños, traiciones y relaciones lésbicas que comienza por el final, regresa al presente y nos va dando las claves de lo que ocurre con contínuos flashbacks. En resumen, que Bitch Slap es una más que recomendable cinta palomitera –siempre que no os la toméis en serio, ella es la primera en no hacerlo lo que es de remarcar- para disfrutar con amigotes y gintonics. El argumento –con varios giros finales simpáticos aunque previsibles- nos cuenta la historia de Trixie, Hel y Camero, tres bollycaos de imponente silueta, tetas grandes y carácter fuerte –en particular Camero, una especie de putón psicópata- más que inspiradas en Faster pussycat kill! Kill!, quienes han intentado robar a un mafioso llamado Gage. En su búsqueda del botín llegan hasta un punto indeterminado del desierto, en donde le torturan y acaban matando antes de que les pueda decir en donde se encuentra el dinero. Pero resulta que Gage era un sicario de Pinky, temible traficante de armas y drogas, asesino y mercader del sexo al que nadie ha visto nunca la cara. En definitiva, la han cagado. Y vosotros también lo haréis si dejáis perder esta oportunidad.
Prometo verla en la tv..
ResponderEliminarNo creo que llegue.
ResponderEliminarVale!
ResponderEliminarMirare si por los madriles la ponen.
!Joder que caracter!
:)
No es caracter, es que creo que pasará directamente al mercado del DVD.
ResponderEliminarNo la encuentro.
ResponderEliminarForma de pasarla?